Juan Gabriel en palabras de Carlos Monsiváis - 2
Juan Gabriel en palabras de Carlos Monsiváis - 2

Había una vez una ciudad llamada Juárez en la frontera de México con Estados Unidos. Allí vivía un adolescente solitario, ajeno a la política y a la cultura, aficionado irredento de las cantantes de rancheras, de Lola Beltrán y Lucha Villa y Amalia Mendoza la Tariácuri… y ese joven, furiosamente provinciano creaba por su cuenta una realidad musical nomás suya, la síntesis de todas sus predilecciones que no existía en lado alguno, y para su empresa disponía de la memoria, del ánimo prolífico, de una guitarra, de muchos sueños y de la casualidad de que en el país decenas de miles intentaban lo mismo: componer para hacerse famosos […].

Y al adolescente de Juárez, que responde al nombre de Alberto Aguilera Valadez, su inspiración le llevaba a diario melodías que silbaba, con letras adjuntas, y él las cantaba en un lugar llamado Noa-Noa, y lo que hacía agradaba, pero él no se resignaba a la modestia de la periferia, y se dirigió a la capital monstruosa, a pasarla mal como un trámite en el camino de la superación […].

Ya entrado en los gastos de la metamorfosis, Alberto padece un segundo bautismo. Ahora será, con resonancias arcangélicas, , así como se oye, según conviene en la época en que los apellidos no interesan porque el impulso demográfico taló todos los árboles genealógicos. En 1971, el debut profesional: Juan Gabriel es tímido y protegible, es vulnerable y expresivo, y sus primeras composiciones celebran a una juventud alegre, intrascendente y levemente anacrónica, cuya limitación esencial es cortesía de la realidad […].

¡Ay sí tú! Y Juan Gabriel ocupa la primera página de los periódicos amarillistas […]. Las aportaciones del morbo afianzan la singularidad, y Juan Gabriel se instala sin declaraciones ingeniosas o audaces, sin concederle atención a bromas y rumores, sin el apoyo mitológico de la Bohemia o de la Parranda o del culto a la Autodestrucción. Él es un Ídolo Real que desplaza fantasías  producidas en serie.

Carlos Monsiváis. (Foto: AP)

Fragmento del libro Escenas de pudor y liviandad (1988), de Carlos Monsiváis (Ciudad de México, 1938 - 2010). Esta imagen retrata al autor en una conferencia en Guadalajara en el año 2006. (Foto: AP)

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