Suter reutiliza las imágenes de los migrantes ilegales hallados en dos tráileres en setiembre del 2011.  [Foto: Gerardo Suter]
Suter reutiliza las imágenes de los migrantes ilegales hallados en dos tráileres en setiembre del 2011. [Foto: Gerardo Suter]


Primera escena. En setiembre del 2011, en el convulsionado estado de Chiapas, cerca de la frontera con Estados Unidos, la policía encontró a 513 personas escondidas en dos tráileres. La mayoría eran centroamericanos que iban hacinados y al borde de la asfixia, camuflados como mercancías. Cada uno de estos inmigrantes ilegales había pagado siete mil dólares a los traficantes —conocidos como coyotes o polleros— para que los pasaran al otro lado del río Grande. El descubrimiento de estos hombres, mujeres y niños fue posible debido a un sistema de rayos X usado por la policía para registrar los vehículos.

     Segunda escena. Hace dos semanas, más de cien inmigrantes ilegales fueron abandonados en la selva mexicana por quienes iban a transportarlos hacia Estados Unidos. Entre ellos había 48 niños. Uno de estos menores tomó una fotografía con un celular que luego fue difundida en los medios de comunicación.

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El fotógrafo Gerardo Suter es argentino pero ha vivido desde los 13 años en México. Ha representado a este país en las bienales de São Paulo y La Habana con una obra que se caracteriza por mostrar eso que él llama “la latencia de la imagen”, las múltiples lecturas e interpretaciones que contiene la fotografía contemporánea.

     Por eso cuando vio esas dolorosas instantáneas difundidas por la prensa que, en un caso, mostraban a hombres y mujeres como fantasmas en el interior de un camión; y, en el otro, a los propios desplazados registrando su tragedia, se dio cuenta de que ahí había mucho que contar.

Suter usa la imagen obtenida por el sistema de rayos X que muestra a inmigrantes indocumentados dentro de un tráiler en la frontera de México. [Foto: Gerardo Suter]
Suter usa la imagen obtenida por el sistema de rayos X que muestra a inmigrantes indocumentados dentro de un tráiler en la frontera de México. [Foto: Gerardo Suter]

     Este fue el punto de partida de 513, una exposición en la que Suter tomó estas imágenes reveladoras y las deconstruyó en fragmentos, los cuales exhibió en una sala. “Yo, normalmente, soy el que fotografía, pero en este caso me he convertido más en un reciclador, en alguien que reutiliza estas imágenes que han aparecido en los medios para relatar una tragedia mayor”, detalla.

     Suter ha añadido a estas fotografías textos de fray Bartolomé de las Casas escritos en el siglo XVI, en los que el sacerdote indianista denuncia la crueldad ejercida contra los oriundos de América, quienes son víctimas de maltrato, exclusión y violencia. “Es como si esos escritos de hace cinco siglos nos estuvieran contando la noticia de hace dos semanas”, dice Suter con emoción.

     Según cuenta, esta muestra —que se inició ayer en el festival Foto Monumental, en el Callao— forma parte de un proyecto mayor que presentará en noviembre en la Ciudad de México. Ahí confrontará estas fotografías y textos con grabados realizados por el holandés Theodor de Bry en el siglo XVI, en los que se muestra a los indígenas americanos hacinados en el suelo, entre los animales, bajo la mirada soberbia y triunfal de los conquistadores europeos.

     Otra vez el parecido es evidente con el caso de los 513 migrantes mostrado por la prensa. “Aunque es difícil para un fotógrafo apropiarse de imágenes que no son suyas, en este caso ha sido muy productivo. Contraponer estos registros del presente con los del pasado me permite contar una historia de América Latina que no se ha modificado en grandes términos. Si bien las formas de ejercer la violencia son otras, en el fondo todo sigue siendo lo mismo”, agrega, con desazón.

Exposición "513" [ Foto: Gerardo Suter]
Exposición "513" [ Foto: Gerardo Suter]

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La segunda edición del festival Callao Monumental —en el que se inscribe la obra de Gerardo Suter— ha sido curada por el cubano Juan Antonio Molina, y lleva por título general Bajo protesta: fotografía o política en América Latina. Le comento esa sugestiva primera línea del texto curatorial en la que se dice que “Una peculiaridad del arte político es que suele estar más cerca de lo político que de lo artístico”. “Yo suelo decir que la fotografía es uno de los medios que entra y sale del arte todo el tiempo”, responde. “Y eso tiene que ver con lo cotidiano, con lo inmediato, con la propia función testimonial y casi doméstica que tiene la fotografía”, agrega. En su opinión cualquier imagen o hecho es susceptible de ser leído políticamente, y eso pasa con la obra de Suter. “Hace 20 años yo hubiera dicho que él era un artista conceptual, pero este tema de la migración, aunque está elaborado desde un plano simbólico, está muy conectado con la realidad social latinoamericana”, añade el curador.

     La muestra de Suter, ese cruce entre lo simbólico y lo político, se exhibe en el segundo piso de la Casa Fugaz (calle Constitución 250), en el Callao Monumental, un lugar que busca ser recuperado por la gentrificación. “La dificultad que se enfrenta al trabajar en este contexto es no tener totalmente claro quién será el público de la exposición, si los habitantes del Callao o visitantes ajenos a esta realidad”, advierte Molina. Y aunque saluda la existencia de estos espacios, afirma: “No seré ingenuo ni hipócrita; sé que no basta con llenar de arte un edificio para resolver problemas sociales”.


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