"Este será un Congreso con una tendencia bastante conservadora: el Frepap liderará la agenda evangélica, mientras que Acción Popular, APP, Podemos, Fuerza Popular y Somos Perú claramente no tienen una agenda progresista, por lo que quizás el tema de género vuelva a ser un punto álgido en las discusiones del nuevo Parlamento.
Será un Congreso disperso; por ello, articular y mantener una agenda concisa, que vaya acorde con los plazos que tiene, será complicado.
El gobierno tiene pocos puentes para tender con las agrupaciones que están entrando a este Congreso complementario porque –salvo el Partido Morado– la mayoría de los que pasan la valla han sido opositores en cierta medida o han estado cambiando de opinión dependiendo del clima político. Bajo. este escenario, Vizcarra va a tener un reto para articular su agenda de reforma política y judicial.
Los partidos que no supieron reinventarse tras la disolución del Congreso y que mantuvieron a los exmiembros de este como cabezas de lista en Lima han sufrido mucho en la votación. Es el caso de Contigo con Juan Sheput, Solidaridad Nacional con Rosa Bartra y el Apra con Mauricio Mulder. Fuerza Popular, que era la fuerza mayoritaria en el Congreso disuelto, cambió a las caras visibles del Parlamento anterior y puso a Martha Chávez o a Diethell Columbus que no estaban asociados con la gestión precedente.
La izquierda tradicional podría ser una fuerza marginal en el Congreso, sufre por la fragmentación y por las malas decisiones preelectorales de sus líderes. La sorpresa es el discurso extremista de Unión por el Perú que ha triunfado en el sur del país. Queda ver si generarán alianzas con el FA y JP".
María Alejandra Campos
*Politóloga de la PUCP