Tras lograr una buena performance en el debate del Jurado Nacional de Elecciones, Alberto Beingolea, candidato del PPC a la presidencia, confía en “una inminente y clara subida” en su intención de voto. El exparlamentario critica a Rafael López Aliaga (Renovación Popular), de quien dice “ignora” lo que es el socialcristianismo, y a Verónika Mendoza (Juntos por el Perú) por utilizar “los mismos gritos de guerra” que Hugo Chávez en la Venezuela de hace 20 años.
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— En el 2018, usted también tuvo una buena performance en el debate para la Alcaldía de Lima, pero no le alcanzó. ¿Por qué esta vez sería diferente?
Por varias razones. En el 2018, esa performance a la que tú te refieres se produjo siete días antes de las elecciones, no había tiempo para una reacción. Y ni bien terminó ese debate, salió una encuesta que reflejaba una realidad previa. Y no había una encuesta posterior, entonces la sensación que quedó al final fue “uy qué pena”. Hoy la cosa es distinta, hoy los debates se han producido con tiempo suficiente para que la gente entienda que las encuestas que hoy [jueves] se están publicando son de antes, y por lo tanto habrá una última encuesta que va a reflejar lo que se ha dado en las calles y en las redes [sociales], que es una inminente y clara subida a galope. Las circunstancias son distintas.
— El JNE excluyó a 32 de 34 candidatos del PPC en Lima al Congreso. ¿Cuánto afecta a su partido esta medida?
En nada, porque primero tenemos a nuestros candidatos al Congreso peleando en todo el país, Lima no es el Perú. Y hemos logrado la reincorporación de gente, que es suficiente, porque el voto preferencial es por dos y con eso tenemos bastante para pelear, estoy seguro que ellos [Lucia Ledesma y David Vera] serán dos de los mejores congresistas, hablamos de una ex decana del Colegio de Arquitecto y de un integrante del Acuerdo Nacional. Estoy muy tranquilo, el mapa del Perú está en la cédula...
— En las elecciones al Congreso de 2020, el PPC obtuvo 590.378 votos a nivel nacional. De estos 289.407 fueron en Lima. Es decir, poco más del 50%. ¿La decisión del JNE prácticamente los sentencia a no superar la valla electoral?
Tenemos candidato por Lima, no tenemos a los 34, pero con dos basta. En la cédula marcas dos números, tenemos candidatos para pelear, y eso dos tienen la calidad suficiente para tener la presencia que se necesita y devolverle al Congreso el prestigio que requiere. Y ya hemos aprendido de nuestro error [de las elecciones del 2020] de no tener la potencia suficiente en las regiones, hoy la tenemos, hoy hemos caminado todo el Perú, hoy hemos presentando a candidatos que superan a los de la vez pasada. Confío que los resultados en el interior serán muy diferentes a los del año pasado.
— Francis Allison- quien en el 2010 fue sentenciado en EE.UU. a cuatro días de cárcel por falso testimonio, contrabando de dinero en efectivo y omisión de declaración- es su jefe de campaña. ¿Cómo retornó al PPC? ¿Y cuál es su rol?
Retornó como cualquier persona que se quiere inscribir en el partido, llegó un buen día y explicó su pasado pepecista y se reincorporó. Finalmente, el jefe de campaña qué cosa es, es el articulador de la campaña, es él que toma la batuta organizativa de la misma. Allison es sin duda un gran organizador, ha sido alcalde muchas veces, ha sido ministro de Estado.
— Y le preguntaron por sus cuestionamientos antes de sumarlo…
Sin duda, él nos ha dado su versión de los hechos, en todo problema de este tipo hay dos posiciones, las hemos escuchado. Ciertamente es una persona que ha sufrido las consecuencias que no se las deseo a nadie, pero ya está. Él, como un hombre capaz, está organizando [la campaña] con nada, porque el PPC no tiene recursos, en eso somos huérfanos. No tenemos la gran cantidad de dinero que tienen Forsyth, Lescano o Mendoza, mucho menos la de López Aliaga o Acuña, pero está organizando las caminatas y los viajes.
— ¿Por qué Lourdes Flores y Carlos Neuhaus no tienen un rol activo en esta campaña?
Hace un rato expliqué que en el tema organizativo está Allison. ¿Y quiénes son mis consejeros? Está el grupo llamado Unidad Nacional, y de este son integrantes Lourdes Flores, Carlos Neuhaus, Marisol Pérez Tello, Javier Bedoya, entre otros. Y bueno, Carlos ha sido llamado por el gobierno a colaborar con todo este tema de las vacunas, él no puede tener una participación más activa, porque en el PPC primero es el Perú. Y lamento que López Aliaga haya tenido el despropósito de decir, hasta dos veces, que quiere que Carlos sea su ministro. Pero Carlos ha dicho ayer [miércoles] que tiene un compromiso clarísimo con la candidatura del PPC. Y, por supuesto, que va a jugar un rol protagónico en un gobierno nuestro, pero protagónico principal.
— ¿Neuhaus sería su primer ministro?
He prometido que no voy a dar nombres todavía, permíteme cumplir mi palabra, solo diré que tendrá un rol súper protagónico.
— Si usted resulta elegido, ¿Qué hará en los primeros 100 días de su administración? ¿Cómo piensa contener la pandemia?
Es un poco difícil responder a esa pregunta ahora, porque va a depender de una circunstancia fundamental: si tenemos o no las vacunas. Hoy que estamos comenzando abril, todavía faltan cuatro largos meses [para el cambio de gobierno]. En 120 días puede pasar de todo, no solamente con el hecho de que se compraron o no las vacunas, no sabemos de las nuevas cepas de las que se está hablando.
[…] La prioridad será traer las vacunas y para ello tenemos que salir todos a comprarla. Hay gobiernos regionales y hasta locales que han manifestado que tienen recursos, que están dentro de su presupuesto de salud para contribuir con la traída de las vacunas, yo digo, perfecto, pero bajo la supervisión del Minsa. Y el otro gran debate es el de los privados, yo digo que sí, en el tema de las vacunas tenemos que dejar de lado los complejos ideológicos y pensar en una sola cosa: sin vacuna será muy difícil hablar de salud. Los privados suelen ser mucho más eficientes que el Estado, consiguen las cosas más baratas y más rápido y eso es lo que necesitamos.
— Usted, hace un momento, mencionó que Neuhaus está ayudando al gobierno en la compra de las vacunas. Su postura quiere decir que él no está haciendo el trabajo adecuado…
Él es el más esmerado posible dentro de un sistema que no funciona, y él ya ha demostrado, si tuviera la autonomía que tuvo, por ejemplo, para los Juegos Panamericanos, que puede funcionar.
— Usted habla de abrir la cancha a los privados en los 100 primeros días de su gobierno, pero ningún laboratorio está negociando con estos, sino con los Estados…
Estoy hablando en un supuesto de dentro 120 días, 120 días es una enormidad de tiempo, las cosas pueden cambiar enormemente, y en 120 días lo más probable es que los privados ya puedan comprar. Mientras nosotros estamos en esta discusión, Colombia ya tiene las leyes desarrolladas, la normativa necesaria para cuando se dé la oportunidad [de que los privados compren]. No podemos permitirnos ese lujo de que cuando se dé la oportunidad para nosotros por algún problema legislativo no podamos hacerlo, preparémonos para competir en igualdad de condiciones con el mundo.
— ¿Y cuáles serán las cortapisas para que los privados no vendan estas vacunas a sobreprecio? Hemos visto que un balón oxígeno cuesta S/6.000, un concentrador de oxígeno pasó de S/3.500 a S/18.000, y para acceder a una cama UCI en una clínica te piden S/50.000.
Lo primero que te he dicho es que salgamos todos, yo no he dicho que salgan solo los privados, salgamos todos a comprar todo. En el tema del oxígeno, es verdad que los privados han abusado, no todos, hubo privados que han colaborado con generosidad. ¿Qué haremos para que los privados no abusen? Tenemos dos posibilidades. La primera es el 1x1, por cada vacuna que traigan para su negocio, tienen que dar una para el servicio social. De manera tal que yo como Estado pueda vacunar abiertamente.
La otra, que comienza a gustarme más, es decirles “sal a compra, pero cuando vengas acá tienes un único comprador, le puedes vender solo al Estado a tal precio”. Si les parece bien, que salgan, y si no les es negocio, una lástima. De esta forma el Estado tendrá vacunas y será quien las distribuya con los criterios de equidad.
— El PPC, en junio del 2014, votó en contra de la creación de la Sunedu. ¿Cuál es su posición sobre el trabajo que ha hecho tras casi siete años?
Creo que es un buen trabajo, lo he visto y lo he dicho. En nuestro plan de gobierno dice con toda claridad la Sunedu tiene que continuar y que tenemos que reforzar su trabajo. Sin embargo, esto no es suficiente, algunos creen que la universidad peruana ha cambiado porque la Sunedu ha cerrado universidades que han estafado al alumnado peruano. Pero no es suficiente, porque no se ha logrado levantar el nivel de la universidad peruana. Nosotros proponemos que los becarios peruanos en el mundo, que no saben qué hacer con sus maestrías cuando terminan, sean recibidos por la universidad pública. Y ahí difundan sus conocimientos y tengan un espacio para continuar con su investigación.
— Usted ha planteado que el titular de la Sunedu no sea nombrado por el Ministerio de Educación, sino por las universidades. ¿Eso no sería un retroceso? ¿Qué garantiza que no suceda lo mismo que con la ANR?
[…] La autonomía universitaria está consagrada en la Constitución. Ahora, que cosa más alejada de la autonomía universitaria que el ministro de Educación nombre a la cabeza de la Sunedu. Ahora tú me dices que si vamos a lo otro podemos caer en lo que era la ANR [Asamblea Nacional de Rectores], y eso es parte de este problema pendular, que vamos de un extremo al oro. Quienes tiene que nombrar al superintendente son las fuerzas vivas del país, ahí tienen que estar los representantes de las universidades públicas y privadas, el Estados y los gremios profesionales. Una gran asamblea dentro de la Sunedu.
— ¿Y por qué no un concurso público?
La otra alternativa que me das, un concurso público, no la discuto, también puede ser, prefiero mi posición, pero no discutiría la tuya, que en todo caso es mejor que lo que ocurre hoy con ley [universitaria], donde el superintendente es nombrado a dedo por el ministro [de Educación], es decir está sujeto a la voluntad política del régimen, eso no se puede aceptar, eso está mal, eso sí vulnera la autonomía universitaria.
— ¿En un eventual gobierno suyo, se dejará sin efecto el enfoque de género en la educación?
No, por Dios, por qué, lo que se va a dejar sin efecto es la discusión ideológica que no nos lleva a ninguna parte. En el Perú tenemos que aprender a encontrar nuestras coincidencias para construir, en el Perú lo que se ha hecho es buscar las diferencias para pelear, dejemos eso de lado, el país está cayendo.
Si decimos “enfoque de género”, todos los amigos de la derecha saltan y dicen “qué barbaridad, no es género, es sexo”, se pierden en una palabra y se torturan. Y del lado de la izquierda dicen que es género, “que es una cuestión social y no natural”, entonces terminan en un pleito irreconciliable. ¿En el fondo de qué se trata? Se trata de aceptar la igualdad de sexos, terminar con estos paradigmas históricos que han malogrado la sociedad. Todavía en el Perú un varón recibe un mejor sueldo que una mujer por el mismo trabajo, todavía hay familias que cuando tiene que privilegiar cuál de los dos hijos estudia, mandan al hombre, todavía hay esos paradigmas absurdos de que la mujer tiene que trabajar en casa o en la cocina, eso se tiene que terminar. ¿No estamos todos de acuerdo en que debe haber igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres? Sí, construyamos sobre eso. Dejemos de pelearnos por la disputa ideológica del nombre o la terminología. Lo importante es que las próximas generaciones de peruanos entiendan que hombres y mujeres tenemos que caminar en igualdad de condiciones y oportunidades.
— Usted dijo que la asunción de Manuel Merino como presidente fue constitucional. ¿Pero, su efímero gobierno tuvo tintes autoritarios?
Yo creo que más que tintes autoritarios tuvo tintes de gigantesca torpeza, ni siquiera le dio tiempo para ser autoritario, se le volteó todo el mundo rapidísimo. [Merino] No solo fue muy torpe al inicio, sino que cuando sintió que la presión popular lo combatía, ahí lo que le tocaba era la renuncia inmediata, decir “aguanta aquí estoy generando un conflicto social innecesario”, pero, al contrario, lo que ocurrió fue que se parapetó y se escondió, en las últimas horas de su gobierno él debe haber estado debajo de la cama. Me parece que fue un desastre absoluto.
— Rafael López Aliaga ha indicado que Renovación Popular es un partido socialcristiano. ¿En qué se diferencia del PPC? ¿Son tan conservadores como él?
En todo. No pues, el señor López Aliaga seguramente me va a denunciar por difamación, eso le encanta. Tendrá mucha plata, pero ignora lo que es el socialcristianismo. Él confunde, pobrecito, él es cristiano y yo respeto su fe, yo también soy cristiano y católico, en eso coincidimos, yo no comulgo todos los días como él, pero reclamo mi cristiandad y la proclamo con orgullo. Pero no confundo mi fe religiosa con mi pensamiento político.
[…] El primer principio del social cristianismo es el respeto a la dignidad de la persona humana, una persona que se permite decir que a una niña violada hay que ponerla en un hotel cinco estrellas, como si tuviera precio la dignidad de esa niña; una persona que se permite decir que si estás en la disputa de querer morir bien, te tires de un edificio y te mates; una persona que es capaz de insultar como lo ha hecho a mujeres y a periodistas, no respeta el principio básico del social cristianismo, que es el respeto a la dignidad de las personas. Así que no, hay una gigantesca diferencia, no es que tengamos socialcristianismos distintos, es que él no es socialcristiano, aunque no lo entienda.
— Acción Popular es un partido tradicional como el PPC. ¿Por qué cree que en los últimos años le ha ido mejor que a su agrupación?
Bueno ahí hay muchas cosas que analizar y yo preferiría todavía mantener el análisis en lo privado y hacerlo público de la contienda electoral.
—¿Le preocupa la política económica que plantean Yonhy Lescano y Verónika Mendoza? ¿En qué sentido?
Sí, me preocupa muchísimo. Me preocupa porque puede desembocar en una realidad como la de Venezuela y si algo tengo claro es que no quiero una Venezuela en el Perú. Mendoza ha intentado a lo largo de la campaña con algún relativo éxito de tratar de separarse, de decir que ella no es lo que es, y Mendoza es una persona de formación comunista.
[…] Hablemos de su agrupación, ahora se llama Juntos por el Perú, que es la unión de algunos movimientos políticos. ¿Cuáles son? Nuevo Perú, el partido de Yehude Simon, el Partido Humanista, todos conocen que Yehude Simon tiene una formación marxista. También están el Partido Comunista Peruano, de Moreno, que es pro soviético, y Patria Roja, de Rolando Breña, que es un partido marxista y maoísta. Eso es Juntos por el Perú, que se disfraza detrás de un bonito cascarón marketero en esta campaña.
— Simon fue su aliado, incluso fue su compañero de bancada y usted no es marxista…
Ese fue el famoso sancochado, nosotros no éramos líderes y muy rápidamente se produjo la incisión que terminó con nuestra bancada sólida y distinta […] Pero ellos son marxistas, y leamos a Marx, él dice que para lograr la igualdad de la sociedad tenemos que eliminar la propiedad privada y ciertos métodos que termina en la dictadura del proletariado. La aplicación moderna de estos conceptos es el socialismo del siglo XXI que ha sido aplicado en Nicaragua y en Venezuela. Y su mejor intérprete en el Perú es Verónika Mendoza. Hace 20 años, el comandante [Hugo] Chávez salió por las calles de Caracas con dos gritos: cambio de Constitución y nuevo pacto social. Escucha a Mendoza. ¿Qué dice? Son los mismos gritos de guerra. Ella no habla de dar trabajo, sino de dar bonos, ya saben que todavía hay fondos en el Estado, se los van a gastar. ¿Qué viene después? Viene la maquinita. Eso es inflación, es condenarnos a los 70′ y a los 80′.
— Si el PPC pierde su inscripción, ¿usted renuncia a la presidencia de su partido?
Ni siquiera te lo voy a contestar, porque vamos a ganar las elecciones.
— ¿No se han puesto en ese escenario? Usted quizás pueda sacar una votación alta, pero no necesariamente su lista al Parlamento.
La lista al Parlamento va a sacar una alta votación, no te preocupes. Una de las mayores tranquilidades que tengo es que el Congreso puede recuperar prestigio, y nuestros candidatos al Parlamento tienen el nivel suficiente para que eso ocurra.
— ¿Cuánto ha afectado al PPC la partida de Luis Bedoya Reyes, su fundador?
Mucho, hasta ahora estamos de luto, estamos dolidos todavía, pero seamos realistas, no podía ser eterno, será eterno en nuestros corazones, memoria y en la historia peruana. Creo que Bedoya ha sido el mejor político del siglo XX con diferencia, porque unió en su figura muchas cosas. Bedoya fue un doctrinario fabuloso. Y fue, además, capaz de aterrizar esas ideas en planes de gobierno. También fue un gran legislador, el gran orquestador de la Constitución de 1979, y un gran ejecutor, el mejor alcalde de la historia de Lima, todas esas características no son habituales que se reúnan en una sola persona. Más allá de llorar su muerte, celebramos su vida.
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