El cuarto de un niño debe buscar fomentar su creatividad y permitirle explorar sus intereses.
El cuarto de un niño debe buscar fomentar su creatividad y permitirle explorar sus intereses.
Isabella Jugo Escate

Cuando uno tiene que surgen muchísimas preguntas ¿qué colores debería utilizar? ¿a qué altura deberían estar los muebles? ¿cómo fomentar su desarrollo a través de su habitación? Para resolver estas interrogantes, conversamos con Cinthya Arana, arquitecta peruana especialista en diseño y arquitectura infantil, y Pamela García Febres, Licenciada en Psicología y Arteterapeuta y psicóloga del Centro de Educación Infantil Nuuba, quienes nos ayudaron a responder todas las dudas alrededor del tema.

“Cuando nosotros creamos un espacio, como diseñadores o arquitectos, tenemos que empatizar con el usuario. Esa empatía aplica para cualquier tipo de usuario, desde un niño hasta un adulto. Sin embargo, la diferencia está en que un niño es mucho más abierto y no tiene filtro al decirte qué le gusta y qué no le gusta. Por ello, llegar a esa conversación con un pequeño que tiene su creatividad elevada en todo su potencial es mucho más rico para un diseñador, pues nos permite experimentar desde colores hasta materiales”, estableció Cinthya Arana.

La funcionalidad del espacio para fomentar el desarrollo del niño

Al diseñar para un niño, el reto más grande se encuentra en resolver, en pocos metros cuadrados, un espacio para que el niño pueda tener todo lo necesario a lo largo de su etapa de crecimiento. Además, aparte de adaptarse al tamaño, también se tiene que considerar cualquier necesidad adicional. Por ejemplo, se tiene que considerar también la evolución del espacio mientras va creciendo.

“En el caso de la infancia, siento que no es quedarse únicamente en que el espacio se vea bonito. Las propuestas van mucho más lejos. Tenemos el poder de crear ambientes funcionales donde el niño su aprendizaje. Un espacio es como un tercer maestro, un nuevo educador para que los más chicos puedan aprender a fomentar su autonomía, tener un rutina y organizarse. Como arquitecta, ese es el reto que tengo”, explicó la arquitecta especialista en diseño y arquitectura infantil.

Diseñar para un niño es tener la oportunidad de crear espacios para fomentar su desarrollo.
Diseñar para un niño es tener la oportunidad de crear espacios para fomentar su desarrollo.

La experta hizo énfasis en que la habitación de un niño debe ser un espacio creativo que enriquezca su autonomía, el aprendizaje y el desarrollo de emociones positivas. Por ejemplo, a nivel psicomotriz, señaló que utilizó la filosofía Reggio Emilia en su espacio en CASACOR Perú. “Esta es una corriente filosófica educativa que se centra en la investigación y la exploración, permitiendo que los niños saquen sus propias conclusiones sobre las propuestas que se colocan en el espacio, por ejemplo”, explicó.

Del mismo modo, agregó que es fundamental que el espacio sea abierto y libre, sobre todo cuando el niño ya empieza a saltar y caminar, para que el pequeño pueda jugar y saltar sin riesgo de caerse ni golpearse. Luego, aconsejó tener rinconcitos para fomentar la lectura, siempre con repisas y mesas a su alcance.

“Tener los muebles a la altura de los niños permitirá que ellos puedan ir libremente aprendiendo las posibilidades que hay ahí, además de saber dónde pueden empezar a guardar sus juguetes. Recuerda, si la cama está a su altura, pueden aprender a acostarse solos. La rutina se fomenta a través del espacio”, afirmó Cinthya Arana.

¿Cómo varían las necesidades del niño desde el primer año hasta los seis años?

Pamela García, para responder esta pregunta, inició abarcando los tres primeros años de vida del niño. “Entre los 0 y 3 años, es sumamente importante tener un área cómoda para él o ella. Lo mejor será que las paredes sean de colores neutros y/o pasteles para transmitir calma. Igualmente, es esencial que todos los materiales y objetos, como las mesas y estantes, estén a su alcance”, comentó la psicóloga del Centro de Educación Infantil Nuuba.

El juego es parte importante de la habitación de cualquier niño.
El juego es parte importante de la habitación de cualquier niño.

“Al decorar su habitación, debemos tomar en cuenta sus intereses. Es verdad que los niños suelen empezar a desarrollar el lenguaje entre los tres y cuatro años. No obstante, podemos mostrarles una paleta de colores para que señalen el que más les gusta. Si vemos que tiene interés en el arte, podemos añadir un espacio con pizarras o atriles para que experimente libremente”, recomendó la Lic. García.

En esta fase, los niños se comunican y exploran el mundo a través del juego, por lo que es importante que la habitación cuente con espacios para jugar y ciertos elementos, como títeres, peluches, telas, y/o juegos de ensamblaje. De la misma forma, también puede funcionar instalar un teatrín con libros de juegos y títeres para crear historias. “Debemos incluir la parte lúdica para que desarrollen su creatividad”, enfatizó la licenciada.

"Nosotros podemos ayudar a fomentar el aprendizaje, pero tenemos que abrirles el camino para que ellos vayan aprendiendo por sí mismos"

Pamela García Febres Licenciada en Psicología y Arteterapeuta

A continuación, entre los 3 y los 6 años, la especialista aconsejó reunirse con el niño o la niña para hacer una lluvia de ideas y saber qué quisiera en su cuarto. Lo más importante es que él o ella se encuentre en calma. “En adición a ello, esta etapa es la mejor para empezar a impulsar su capacidad de organización, por lo que debemos priorizar la instalación de cajones y repisas donde pueda clasificar sus juguetes, lo que hará que sienta que el espacio es suyo”, asintió.

La experta destacó que el ‘rincón de las emociones’ también puede ser muy útil. “Puede ser una carpa o una casa de plástico donde tenga recursos para controlar sus emociones, como plumas y/o pelotas antiestrés. Además, este rincón puede ser un espacio libre y transparente para conversar con los que más quiere”, aseveró.

Después, la arquiteca Arana indicó que, a partir de los seis años, el niño entra a primaria, lo cual generará ciertos cambios en la habitación ya existente. “Lo mejor es proyectar el espacio para que se adapte a esta nueva etapa sin hacer intervenciones muy grandes. Por ejemplo, si ya tenían una mesita para leer o pintar, cámbienla por un escritorio para que sea más útil”, afirmó como ejemplo.

De manera general, sin contar la edad específica, García comentó que lo más importante siempre será que el niño se encuentre en su espacio y que se sienta seguro. “Si necesita una luz de noche para sentir más seguridad, está bien, no tiene nada de malo”, aseguró. Igualmente, sostuvo que el desarrollo psicomotriz también es parte vital en toda etapa del niño, para lo que algunos optan por también utilizar hamacas, aros, pisos de alfombra y de más.

La creatividad y el juego para el desarrollo del niño

La arquitecta Arana hizo hincapié en que el factor creatividad, al decorar la habitación de un niño, es vital. “La creatividad es una respuesta a la solución de tu problema, más tienes que empatizar mucho con los chicos para conocer y entender realmente sus necesidades, pues no todos son iguales. De todas maneras, lo más importante siempre será desarrollar un espacio que sea acogedor y apto para fomentar la creatividad del niño”, aclaró la expositora de CASACOR Perú.

Cinthya Arana está presente en la nueva edición de CASACOR 2024, junto al arquitecto y muralista Nube Alfaro, con el espacio ‘Donde habitan los sueños’, una guardería inspirada en un cuento que fusiona la preocupación por la sostenibilidad del planeta y nuestra cultura ancestral andina.
Cinthya Arana está presente en la nueva edición de CASACOR 2024, junto al arquitecto y muralista Nube Alfaro, con el espacio ‘Donde habitan los sueños’, una guardería inspirada en un cuento que fusiona la preocupación por la sostenibilidad del planeta y nuestra cultura ancestral andina.

“Por ejemplo, para el espacio infantil que creé en CASACOR Perú, decidí recurrir a mis herramientas literarias creativas junto al artista Nube Alfaro. Como concepto funcional, este espacio es una guardería, pero a nivel conceptual es un cuento que hemos escrito en honor a la infancia. Creamos personajes que ya inspiran a los más chicos y les enseñen valores como el respeto, el trabajo en equipo y el respeto por la tierra”, concluyó la arquitecta.

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