Las fiestas se han dado por concluidas. La Navidad, el Año Nuevo y la Pascua de Reyes, con la que se termina el ciclo de las celebraciones de fin de año, han terminado por cerrar aquella temporada tan especial y divertida, pero a la vez fugaz. Ello nos da la señal de que llegó el momento de despedirnos de nuestra magnífica decoración navideña, a la cual le pusimos esmero y creatividad y retornar las luces, el arbolito y los otros adornos a la famosa “caja”, hasta que nuevamente Maria Carey nos de el anuncio oficial de reapertura de la temporada festiva.
Sabemos que la nostalgia nos invade, y a su vez, es inevitable sentir algo de flojera ante la faena que implica desmontar todo. No obstante, si llevamos un orden y organizamos bien nuestra logística, la tarea de volver a decorar para las siguientes fiestas será menos tediosa y mucho más rápida de realizar. Quédate leyendo esta nota que a continuación te vamos a dar las claves para guardar tu decoración navideña con éxito y sin aburrirte en el intento.
Distribuye los adornos según su clasificación
Emplea organizadores o cajas plastificadas para colocar tus adornos por categorías. Por ejemplo, todo lo que son luces en una sola caja (y debidamente enrolladas), todos los adornos del árbol que no son frágiles en otro módulos. Los elementos más delicados, como las piezas de cerámica del pesebre y las esferas de cristal, deben estar recubiertas con un plástico especial antes de llevarse a guardar, de este modo evitarás que se estropeen.
Quita el polvo del árbol
Esta pieza se encuentra en nuestra sala desde fines de noviembre, por lo que es probable que haya acumulado miles de partículas de polvo. Previo a su guardado, retírales la suciedad con ayuda de una aspiradora con tapa especial o haciendo uso de un trapo de microfibra. Con ello prevendrás que debido a la suciedad y al tiempo que se va a encontrar guardado, su apariencia se deteriore y al año siguiente te des con la sorpresa que tu árbol ya no está en condiciones de ser empleado.
Guarda todo en un espacio libre de humedad
Ubica una zona de la casa que no esté propensa a desarrollar humedad o moho, ya que puede traspasar a los adornos y arruinarlos por completo. De preferencia, coloca bolsas aromatizantes y que impiden el paso del moho, de tal manera que se todos los objetos se conserven en buen estado y no desplieguen ese clásico “olor a guardado”.