Montevideo (EFE)
Un inmigrante nigeriano apareció en la ciudad uruguaya de Melo con la certeza de que se encontraba en Estados Unidos, después de ser engañado por los patrones de un barco ruso que le prometieron trasladarle al país norteamericano a cambio de 400 dólares.
La historia de este hombre de 30 años es la de una persona que huye de la pobreza para tratar de iniciar una nueva vida en Estados Unidos, pero cuyo camino se tuerce tras ser estafado por una embarcación de transporte marítimo, explicó a Efe el director del Ministerio de Desarrollo Social uruguayo en el departamento de Cerro Largo, Leandro Argüello.
Este inmigrante partió de su país hace dos meses y llegó hace unos días al puerto brasileño de Río Grande, desde donde la tripulación de su barco le conminó a tomar un camino por carretera que supuestamente le llevaría a Estados Unidos.
Al contrario, desde allí llegó en camión a Yaguarón, ciudad fronteriza con Uruguay y desde la que cruzó a este país. La policía le interceptó en Río Branco y, tras comprobar que no tenía pasaporte, le envió a un centro asistencial para personas en situación de vulnerabilidad.
Allí, explicó a sus trabajadores las etapas de su viaje fallido y les puso al corriente de su situación personal, que es la de un antiguo trabajador de un lavadero de coches que trató de llegar a Estados Unidos para abandonar la miseria de su lugar de nacimiento, apuntó Argüello.
El hombre apareció con lo puesto, sin maleta, ni documentación; y en una situación muy precaria después de un viaje "penoso" en el que recibió un trato inhumano, aseveró el responsable ministerial.
"Ha sido tratado como un objeto y seguro que durante el viaje pasó hambre y frío. Al llegar al centro, dijo que era la primera vez en mucho tiempo en que era tratado como una persona", destacó.
El inmigrante sólo se expresa en inglés, de modo que en un primer momento hubo que recurrir a un mapamundi para hacerle ver que en realidad no se encontraba en Estados Unidos, sino en Uruguay, a más de 7.000 kilómetros de su punto más meridional.
A pesar del "drama" vivido, en todo momento se ha mostrado "tranquilo" y "amable"; y en las pruebas médicas a las que se le sometió se demostró que no tiene problemas de salud, afirmó Argüello.
Las autoridades uruguayas tratarán ahora de resolver la situación legal de esta persona, que manifestó su voluntad de no volver a su país.
Se enfrentan a la dificultad de contactar con su lugar de origen, pues el único documento que porta consigo este nigeriano es el carné que le identifica como trabajador de una antigua empresa.
Mientras este proceso finaliza, permanece interno en este centro de atención, con unas condiciones sanitarias y de alimentación adecuadas "que no tuvo durante su viaje", concluyó Argüello.