(América Tv.)
Redacción EC

La última información que tuvieron los familiares de Jorge Luis Huamán Villalobos, de 19 años, fue una grabación que muestra su desesperación por escapar dentro uno de los contenedores de la galería Nicolini, en Las Malvinas. En esa estructura informal trabajaba más de 10 horas y en este mismo lugar hizo la grabación.

En el video se observa no solo las precarias condiciones en la que los jóvenes laboraran. También se registró los esfuerzos por abrir la puerta que había sido cerrada con candado, mientras el humo comienza a ingresar al almacén.

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Los familiares de Huamán ya están velando sus ropas en su casa de Independencia porque han perdido las esperanzas de que sea rescatado con vida luego de casi 48 horas de trabajos en los que los bomberos aún no consiguen ingresar a la zona de los contenedores.

Cómo trabajaban 
Luis Casapía, vecino y compañero de Jorge Luis, confirmó que ellos eran encerrados mientras trabajaban y que solo se les abría la puerta al mediodía para ir a comer y a la hora de salida.

“Entrábamos a trabajar a las 7:00 a.m. y solo nos abrían la puerta para ir a comprar comida y a la hora de salida, cuando ya se iba la luz”, dijo Casapía a Latina.

En el local, que pertenece a la empresa JPEG SAC, también trabajan de forma informal otros tres menores de edad. Ellos se encargaban de borrar las marcas de los fluorescentes importados y colocarles otra marca que eran vendidas en las galerías Nicolini.

“Sacábamos la marca con lija y ellos les ponían una marca nueva”, indicó uno de los menores. Ellos aseguraron que tampoco se les permitía ir al baño y que tenían que orinar en botellas dentro de los contenedores.

Por cada caja de 25 fluorescentes al que le cambiaban la marca, los jóvenes recibían 2 soles. Ellos ganaban aproximadamente 20 soles al día. A la semana podían ganar hasta 100 soles.

Los trabajadores informaron que solo conocían a las personas que los encerraban por sus nombres, pero que podrían ayudar a identificarlos. Además señalaron que eran tres personas las que les pagaban y los identificaron como Julio, Vilma y Jhonny.

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