El barrio que le hace frente a Los Malditos de Bayóvar

A un mes y medio de la captura de ‘Los Malditos de Bayóvar’, en el distrito de San Juan de Lurigancho, la población de este asentamiento humano intenta escribir un nuevo capítulo en sus vidas. No es fácil dejar atrás el estigma de zona brava que se le adjudicó por la vinculación con el nombre de la organización delictiva más temida del 2015. Sin embargo, la silenciosa labor de tres pobladores puede marcar la diferencia.

Elena Sánchez Plascencia recoge a perros y gatos abandonados de la zona e intenta encontrarles un segundo hogar. Su lucha parece infructuosa: tiene 70 perros y 30 gatos en su albergue de Jicamarca; mientras que en una casa alquilada de Bayóvar funciona la posta veterinaria Adopta una mascota, en donde cura y esteriliza a los animales que rescata y a los de sus vecinos.

Por su parte, el suboficial superior Luis Cuadros Zegarra dirige la Oficina de Participación Ciudadana de la comisaría de Bayóvar, en donde se realizan talleres deportivos y de reforzamiento escolar para que el mal uso del tiempo libre y el fracaso escolar no abran las puertas a la violencia. Estas actividades benefician a 542 menores, entre los 3 a 17 años.

A la lista de gente que hace la diferencia en Bayóvar se suma Anthony de la Mata quien entrena a 25 muchachos, entre los 12 a 40 años, con el objetivo de cambiar la imagen de su barrio. “Mi sueño es organizar un campeonato de artes marciales mixtas en las calles, sin que nadie pague entrada, que vengan de otros distritos y se quiten la idea de que aquí le van a robar”, refiere el deportista.

Conoce más sobre las historias de vida de estos personajes en la edición de hoy de la revista Somos.