No se equivoca al leer este aviso. En 1904, entre la publicidad de tarjetas postales y elíxires estomacales se solicitaba también a las “Amas de leche”. En las páginas de El Comercio, la familia de la calle de San Cristóbal del Tren (hoy jirón Apurímac) pidió a un “ama robusta, con garantías, que sea de raza negra”. Es que las “amas de leche” compartían el alimento de sus pequeños con otros más favorecidos económicamente.
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