Antes de la medianoche, buses, cústeres y combis de transporte público volvieron a tomar las avenidas Tacna, Garcilaso de la Vega (ex Wilson) y Arequipa compartiendo el denominado Corredor Azul y los paraderos con los buses patrón.
Choferes de los vehículos de servicio urbano, cuya ruta ya ha sido modificada, ingresaron a la troncal aprovechando que no había ni un fiscalizador, según comprobó El Comercio en un recorrido por las citadas arterias.
Tal descontrol fue el cierre para el primer día de operaciones ininterrumpidas del corredor que, a lo largo del día, estuvo marcado por múltiples quejas de los usuarios. Estas, principalmente, debido a falta de información, colas de varias cuadras en los paraderos autorizados, largos tiempos de espera para la llegada de los buses y desorden al momento de ser abordados.