Denuncian que falso sacerdote abusó de 4 menores en Carabayllo

Carlos Augusto Tuesta Vega (49) vestía sotana, oficiaba misas pero en su computadora tenía la evidencia de abusos a menores de edad. La policía logró capturarlo tras recibir al menos cuatro denuncias de tocamientos indebidos contra adolescentes de entre 14 y 15 años en Carabayllo.

El integrante de la Iglesia Católica Apostólica Renovada del Perú se ganaba la confianza de los padres de sus víctimas, a quienes llevaba con engaños a su vivienda del condominio Parques de Carabayllo.

En su defensa, el falso sacerdote aseguró que solo les invitaba a ver películas a su casa. Sin embargo, la policía incautó un CPU donde, según los denunciantes, se encontraron fotos íntimas de los menores de edad. Además, las víctimas relataron que Tuesta Vega les hacía ver videos pornográficos.

Ante las cámaras de ATV+, uno de los padres aseguró que el falso sacerdote los amenazó para que no denuncien el hecho e incluso les aseguró que tenía contactos en el penal de Castro Castro.

Tuesta Vega purgó condena en el penal de Cañete en el año 1988 por el delito de actos contra el pudor.

Según informó Perú21, el representante de la comunidad religiosa, que no está reconocida por la Iglesia Católica, aseguró que la denuncia podría tratarse de una calumnia pero pidió que se investigue.

El falso sacerdote permanece con detención preliminar en la Dirincri de Carabayllo y será denunciado por los presuntos delitos de violación sexual, ofensas al pudor público en las modalidades de proposiciones sexuales a menores, exhibiciones y publicaciones sexuales en agravio de menores, informó la policía.

ACTUALIZACIÓN (9/12/2015)
El Juzgado Penal de Turno de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte determinó que no se abriera proceso penal contra Carlos Augusto Tuesta Vega. En ese sentido, archivó la denuncia penal interpuesta contra él por el fiscal Tulio Llatas Castro por los delitos contra la libertad sexual.

“De esta manera se demostró que yo nunca abusé de los citados menores, nunca hubo violencia ni grave amenaza contra ellos, tampoco que haya existido exhibiciones, gestos, tocamientos u otra conducta de índole obscena en lugar público y, mucho menos, que mediante engaño haya solicitado mantener actividades sexuales con los menores”. 

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