Según las denuncias que existen en las comisarías capitalinas, 835 farmacias, hoteles, casinos y restaurantes en Lima sufrieron asaltos hasta fines de agosto último. Es decir, en promedio, cada día roban en más de tres locales.
Y es que “robar un local es fácil. Basta que un delincuente muestre un arma para que la encargada de la caja registradora entregue el dinero”, afirma un oficial especializado en robos de la División de Investigación Criminal de Los Olivos.
El problema se complica al conocerse que el 30% de bandas que operan en Lima tienen a menores de edad entre sus integrantes, según dijo a El Comercio el comandante José Revelo, de la División de Investigación de Robos de la Dirincri.
“Los asaltantes pueden tener entre 16 y 30 años, sus bandas delictivas se constituyen de manera temporal. Los mayores les entregan las armas porque saben que si los detienen no van a la cárcel”, afirma Revelo.
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