Trabaja en el mismo lugar donde le salvaron la vida (foto: EsSalud)
Trabaja en el mismo lugar donde le salvaron la vida (foto: EsSalud)
Redacción EC

Pesando poco más de un kilo, con 34 centímetros de altura y sus órganos aún sin madurar, nació hace 29 años un bebé llamado Bryan Astorga, el cual recién había cumplido sus semana 26 de gestación. Debido a su estado de salud, el menor recibió toda la atención de los profesionales de , quienes lograron salvarle la vida.

Actualmente, Bryan es pediatra, graduado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y trabaja como médico asistente del Servicio de Neonatología del hospital Rebagliati, lugar donde nació prematuro y recibió todas las atenciones para sobrevivir.

“Adelantar el parto fue la mejor opción para mi caso, por lo que tomaron todas las precauciones para sacarme adelante. La UCI Neonatal se convirtió en mi hogar temporal y el equipo multidisciplinario pediátrico en mi protector permanente”, afirma.

Agradecido con médicos

El joven indicó que los cuidados que recibió en el centro de salud le premitió recuperarse satisfactoriamente y poder llevar una vida normal.

“Estoy muy agradecido con los médicos y enfermeras que hicieron posible que superara todas las complicaciones que provocó mi prematuro nacimiento y que el destino hizo que regresara y formara parte de este equipo humano de alta especialización”, indicó.

300 casos al año

La Dra. Carmen Fernández, jefa del Servicio de Neonatología del hospital Rebagliati, contó que en este centro de salud se presentan aproximadamente 300 casos de niños prematuros al año y al menos 100 prematuros extremos, los cuales llegan a tener un peso menor de un kilo.

“Presentan dificultades respiratorias, infecciones severas, entre otras anomalías, que requieren de soporte ventilatorio y nutricional e incluso operaciones de urgencia”, dijo.

Debido a ello, realizan un trabajo articulado del equipo multidisciplinario, permitiendo una alta tasa de sobrevida.

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