Rudy Jordán

La solidaridad de los peruanos que viven dentro y fuera del país le ha permitido a, la vendedora ambulante que alimentó mendigos durante la cuarentena por el COVID-19, seguir cocinando para los indigentes que habitan las calles del Centro de Lima. Luego de que El Comercio publicara su historia el pasado 4 de abril, decenas de lectores la contactaron a través de redes sociales para apoyar su noble causa.

Me siento muy feliz por la ayuda. Hay personas que me llamaron para ver qué me faltaba. Una señora muy linda me donó un saco de arroz, un saco de de azúcar, leche, fideos y menestras. Me llamaron al borde de las lágrimas preguntando cuánto gasté. Le respondí que el dinero se recupera. Pero ‘yo quiero devolverle señora’, me respondieron y me enviaron lo que gasté. ¡No lo podía creer!”, cuenta Párraga.

La colaboración para que ella pueda seguir ayudando a los peruanos sin techo que no han recibido subsidios del estado ha llegado desde varios países, algunos inesperados. “He recibido llamadas y mensajes de peruanos que viven en Italia, E.E.U.U, España y Alemania. También de Arequipa, Trujillo y Huaral. En Lima, me contactaron desde el Cercado, San Juan de Lurigancho y Los Olivos”, señala Jacqueline.

Otra institución que se sumó a la ayuda fue la Confiep, que incluyó a Jacqueline como beneficiaria del Bono Perú Unido, una ayuda que otorga este gremio de empresas a trabajadores independientes de Lima, que han sido afectados por la pandemia.

Desde el inicio de la cuarentena, Jacqueline Párraga —vendedora de artículos dentales que se vio forzada a dejar la Universidad César Vallejo por falta de ingresos— había decidido invertir el dinero que ahorraba para volver estudiar en alimentar a los mendigos. El 5 de abril se le acabaron los fondos y ya no podía seguir cocinando. Sin embargo, la numerosa ayuda recibida tras la emisión del reportaje, le ha permitido obtener los fondos para volver a llenar sus ollas.

La donación de los peruanos le ha permitido a Jacqueline cocinar para más personas.
La donación de los peruanos le ha permitido a Jacqueline cocinar para más personas.

-Ayuda del Ministerio del Interior-

En un primer momento Jacqueline también tuvo obstáculos por no contar con un pase especial de tránsito. Eso motivó que tuviera constantes roces con la policía y efectivos del serenazgo. Algunos de ellos la conminaban a cumplir la cuarentena dada por el gobierno pero otros, tocados por su noble acción, la ayudaban a que los mendigos mantengan el orden y el metro de distancia. Luego de que les daba la comida, la obligaban a regresar a su casa.

Al tomar nota de su historia, el equipo de comunicaciones del Ministerio del Interior hizo la gestión para emitir a Jacqueline un pase de Asistencia y cuidado a personas adultas mayores o en situación de vulnerabilidad. Gracias a ese permiso y al noble corazón de muchos peruanos, Jacqueline Párraga puede ahora seguir ayudando a quienes padecen hambre en medio de la pandemia.

Cada día aparecen más mendigos. Llegan niños, adultos, venezolanos que viven en las calles. Es gratificante que gracias a la ayuda de las personas solidarias he seguido brindando desayuno y almuerzo. Claro que ahora hay más trajín porque cocino más, pero eso se olvida cuando veo que todos pudieron llevarse un pan a la boca. Yo apoyaré hasta el 26 de abril, espero que el Estado les de un lugar y la asistencia que necesitan”, señala.

En las afueras del Congreso, en la esquina de las calles Andahuaylas y Junín, los mendigos reciben desayuno y almuerzo.
En las afueras del Congreso, en la esquina de las calles Andahuaylas y Junín, los mendigos reciben desayuno y almuerzo.

Jacqueline hace labor social desde muy joven pero aprendió de sus padres que ‘se ayuda mejor en silencio’. “Hoy publico porque quiero que las personas que han colaborado vean que su ayuda ha llegado a estas personas. Una señora que colaboró dice que se siente feliz cuando ve las ollas llenas de comida y sabe que yo las haré llegar. Ante tenía mis dudas pero hoy puedo decir que los peruanos somos solidarios”, concluye Jacqueline.

-¿Cuáles son los síntomas del nuevo coronavirus?-

Entre los síntomas más comunes del COVID-19 están: fiebre, cansancio y tos seca, aunque en algunos pacientes se ha detectado dolor corporal, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta y diarrea. Estos malestares pueden ser leves o presentarse de forma gradual; sin embargo, existen casos en los que la gente se infecta, pero no desarrolla ningún síntoma, precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, la entidad dio a conocer que el 80 % de personas que adquieren la enfermedad se recupera sin llevar un tratamiento especial, 1 de cada 6 casos desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar, la gente mayor y quienes padecen afecciones médicas subyacentes (hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes) tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave y que solo el 2 % de los que contrajeron el virus murieron.

-¿Cómo se contagia el coronavirus?-

El COVID-19 se contagia por el contacto de una persona sana con otra que esté infectada. Esta enfermedad se propaga de persona a persona mediante las gotículas procedentes de la nariz o boca cuando el que se encuentra enfermo tose o exhala.

En muchos casos, estas gotículas caen sobre objetos o superficies, que después tocan otros individuos y se llevan a la nariz, ojos o boca cuando pasan sus manos por la cara.

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CRÓNICA: Jacqueline Párraga, la heroína que alimentó a mendigos durante la cuarentena en Lima.

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