Si nuestro sistema de salud pública fuese un paciente, seguro recibiría un diagnóstico negativo. Los largos tiempos de espera para conseguir una cita o para programar una cirugía, el frecuente maltrato a los usuarios y la falta de equipamiento de medicamentos hace que los hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) y del Seguro Social (Essalud) sean mal vistos.
Ni el abastecimiento al 97% de fármacos en los establecimientos de Essalud ni la tercerización de servicios del Minsa gracias a convenios con los hospitales de la Solidaridad (Sisol) han logrado que la población le ponga buena nota a estas entidades. Como señala la última encuesta elaborada por Ipsos para El Comercio, en una escala del 0 al 20, el sistema de salud pública jaló con 10,1. Cuatro puntos por debajo del privado.
En opinión del coordinador de la Red Peruana de Pacientes y Usuarios en Salud, Mario Ríos, esto responde a que los pacientes se sienten desprotegidos ante eventuales negligencias, a pesar de que el Minsa y Essalud tienen instituciones creadas para defender al paciente. “Los usuarios dejan de ir a determinada clínica privada si recibe un maltrato o daño, opción que no hay en el sector público”, señala.
Un informe de la Defensoría del Pueblo, del 2006, denunció que el problema más crítico era el acceso al área de emergencia: un 33% de los encuestados manifestó que la atención está condicionada a un pago previo.
En caso de una emergencia, el 39% de los encuestados acude a una posta médica, el 29% opta por un hospital de Essalud y el 25% por uno del Minsa. ¿La razón? “La escasa presencia de establecimientos en zonas alejadas y la saturación de los hospitales de alta complejidad”, sostiene Luz María Loo, presidenta de la Federación Peruana de Administradores de Salud.
Aunque el 11% de los entrevistados prefiere atenderse en un hospital del Sisol. La buena aceptación solo se da en Lima (46%). Sin embargo, que los pacientes no deban esperar semanas por una cita en estos locales no significa que la atención sea óptima, advierte el ex ministro de Salud Luis Solari: “la calidad de atención en un hospital que funciona en un container y no cumple con las normas técnicas de salud no puede ser buena”.
Ríos también critica que gran parte de los hospitales de la Solidaridad no cuente con historias clínicas. “Otro aspecto negativo es que allí se exigen pruebas diagnósticas muchas veces innecesarias. Ante la falta de regulación del Estado se aprovechan de los convenios con Essalud, al final se termina facturando estos gastos al seguro”, critica.
Solari cree que la mayor inversión del Estado puede revertir el descontento en la población. “Uno de los aspectos importantes, que la anunciada reforma de la salud debe considerar, es la cobertura para enfermedades de alto costo. No es posible que se costee el tratamiento del cáncer y uno muera víctima de neumonía”, refiere.