(ATV+)
Redacción EC

Los padres, familiares y vecinos de la niña cuyo cuerpo fue hallado carbonizado en llegaron a la comisaría de Canto Rey para exigir justicia y denunciar que en la sede policial no dan una versión convincente sobre la desaparición de la menor.

La última vez que se la vio a la menor de 11 años fue en la puerta de la comisaría, a donde su padre la había llevado para participar de un taller de vacaciones útiles. Era su cuarta clase.

Precisamente, la grabación de una cámara de seguridad al lado de la comisaría de Canto Rey muestra el momento en que el vehículo de Jorge Vellaneda, papá de la niña, llega al lugar a las 8:18 de la mañana.

No obstante, las imágenes, difundidas por ATV+, tienen un repentino corte que no deja ver si la menor ingresó o no a la dependencia. Para la familia de la menor, esta aparente edición es sospechosa.

“Nos han dicho que cuando hay movimiento nada más capta (la cámara). Justo en esos 20 segundos puede ser que haya ingresado, pero no captó la cámara o no sabemos qué pasó. Es muy extraño que justo afuera de la comisaría la niña haya sido raptada”, contó a ATV+ una familiar de la víctima.

Al mediodía, cuando la madre fue a recogerla, en la comisaría le indicaron que no había asistido a sus clases.

El cuerpo de la menor fue encontrado esta mañana en una calle de la urbanización Canto Grande. Un motociclista fue quien se percató de un bulto ardiendo en llamas y dio aviso a las autoridades.

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