Robos y pérdidas en la Biblioteca Nacional
Robos y pérdidas en la Biblioteca Nacional
Cristina Fernández

En el tercer piso de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), se exhiben al público joyas de la historia del Perú y el mundo. Son cerca de 20 libros, documentos y manuscritos que nadie explica cómo –en algún momento– salieron de la institución, pero que desde el 2011 han regresado por gestiones y la difusión de la campaña Se Buscan Libros Perdidos.

En total 137 libros y documentos fueron recuperados en los últimos seis años, entre ellos el Mapa de Magallanes (1775), encontrado en Inglaterra y devuelto hace poco al Perú, y el original mecanografiado de “El zorro de arriba y el zorro de abajo”, con las correcciones de puño y letra de José María Arguedas.
Sin embargo, según el informe de gestión 2010-2016 de la biblioteca, aún hay casi 900 libros y manuscritos desaparecidos, que figuraban en el inventario. Además, se estima que de forma misteriosa se ha extraviado otra gran cantidad de ejemplares históricos que nunca fueron codificados.

—Las denuncias—
En el 2009, una publicación de El Comercio puso en evidencia el robo de libros antiguos en la BNP. Un año después, el antropólogo Ramón Mujica Pinilla asumió la dirección de esta entidad. A lo largo de cuatro años, él ha interpuesto 14 denuncias por sustracción, pérdidas y mutilaciones de libros. También, por presunta corrupción y estafa en la institución que dirige. En la mayor parte de las denuncias los acusados son trabajadores de la misma biblioteca.

Uno de los casos más sonados es el presunto intento de sustracción de 200 manuscritos de Andrés Avelino Cáceres, ocurrido en setiembre del 2010. Pese a que este archivo (valorizado desde el 2003 en más de US$1,5 millones) salió de la bóveda y luego apareció en la azotea de la biblioteca, en febrero del 2015 la denuncia fue archivada por la 53a Fiscalía Provincial Penal de Lima Especializada en Delito contra el Patrimonio Cultural. 
La fiscal Magda Ato Mendives consideró que no se cumplía el presupuesto esencial para la configuración del delito contra el patrimonio.

A ello se suma que en marzo último, tras cuatro años de investigación, la misma fiscal decidió no formalizar denuncia por la pérdida de 30 libros. En ambos casos, la BNP presentó un recurso de queja y logró la revisión. “La fiscal está tomando el argumento de los investigados para fallar en contra del Estado. Estamos preocupados porque si se archiva eso, se archivarán todos los casos”, dice Mujica.

En los últimos años, la seguridad se ha reforzado en la Biblioteca Nacional. Cámaras y estrictas medidas garantizan el cuidado de los libros antiguos. “Ahora es casi imposible que un libro salga”, afirma Gerardo Trillo, del Centro de Servicios Bibliotecarios Especializados de la BNP. 

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