El último sábado, Rubén Eusebio Leiva Calderón, de 32 años, recibió una llamada telefónica, salió de su vivienda y no regresó más. Según informó su familia, Leiva estaba sin trabajo y por ello había puesto a la venta vía Facebook su auto Kia Cerato, de color blanco y lunas polarizadas, con matrícula D6M-389.
Sus parientes sospechan que la llamada recibida por Rubén Leiva, el sábado, fue de un interesado en la compra del vehículo, cuyo precio fue fijado en US$15 mil. Ese mismo día, el joven debía encontrarse con el pastor de la iglesia evangélica a la que asistía pues iba a llevar donaciones a Villa El Salvador. Sin embargo, tampoco llegó a esta cita.
Daniel Leiva, hermano del desaparecido, mostró los extraños mensajes de texto con que Rubén informaba al pastor que no llegaría al encuentro pactado: “He tomado algo y me siento un poco mal” y “En este momento no puedo hablar, estoy en una urgencia”.
“Que lo busquen, pido a todas las personas que me ayuden a buscarlo, que me devuelvan a mi hijo, no quiero daños para nadie”, dijo entre lágrimas Hubertha Calderón, madre de Leiva Calderón.
Agentes de la Divincri Surco se han hecho cargo de las investigaciones. El día que desapareció Rubén Leiva vestía polo azul, jean y zapatos marrones.