El Perú entró en Estado de Emergencia para evitar una mayor propagación del coronavirus y todos tenemos que acatar solidaria y responsablemente una cuarentena por 15 días. Será difícil, pero no imposible. La información sobre prevención y avance de la pandemia la tenemos en los medios de comunicación y las redes sociales; evitar el contagio está -literalmente- en nuestras manos.
Esta emergencia nos hace pensar que el coronavirus está acelerando la revolución tecnológica en todo el mundo. Según Andrés Oppenheimer, autor del libro “Sálvese quien pueda. El futuro del trabajo en la era de la automatización”, la educación a distancia -ahora que se suspendieron las actividades en las instituciones educativas - es una oportunidad para reducir la desigualdad, dado que este desafío implica perfeccionar las plataformas de aprendizaje en línea que ya existen, mejorar la conectividad en más lugares e implementar capacitaciones a docentes, padres y tutores quienes guiarán a los estudiantes en este camino.
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De otro lado, los servicios bancarios y minoristas en línea seguirán creciendo. Se reducirán los tiempos de entrega a domicilio de nuestras comidas, los medicamentos o encomiendas que ofrecen actualmente los aplicativos móviles como Glovo o Rappi y surgirán nuevas alianzas comerciales para interconectar los servicios, en favor de la inmediatez del servicio.
El teletrabajo es una gran oportunidad para aquellas personas que por condiciones físicas o médicas no pueden acudir a las oficinas con facilidad. Reducirá el tiempo que invertimos viajando en el transporte público, descongestionando las vías; y fomentará la automatización de tareas sencillas que podrían ser realizadas por robots e inteligencia artificial. Esto, a su vez, implicará la generación de nuevas competencias laborales en las carreras tradicionales y otras nuevas profesiones a demanda del mercado como “impresores 3D, arquitectos de realidad virtual y aumentada, profesionales de la salud con conocimientos de robótica, ingenieros de nanorobots, etc.”; indica Silvia Leal, doctora en Sociología y asesora de la Comisión Europea en competencias digitales, liderazgo y emprendimiento.
La telemedicina también se podrá practicar para realizar consultas y diagnóstico en tiempo real y a distancia. Esto ya lo estamos viviendo con la implementación de la Línea 113, en la cual se brinda asesoría para identificar los casos de coronavirus. Es un método útil sobre todo para consultas periódicas a personas mayores con dificultad de desplazamiento y pacientes de enfermedades crónicas.
Las costumbres también variarán: cambiaremos el efusivo abrazo, el beso o el apretón de manos por un saludo oriental entre amigos y colegas, participaremos en conciertos y otros espectáculos a través del streaming, nos reuniremos para trabajar o socializar más frecuentemente a través de videollamadas y surgirán nuevas herramientas de comunicación.
Convirtamos esta crisis en una oportunidad y preparémonos para lo que viene. En esta cuarentena obligatoria tenemos un motivo muy poderoso para quedarnos en casa: preservar la vida y seguir construyendo el futuro con creatividad.