Cuando Cecilia Tait encendió el pebetero sobre la figura del nevado Pariacaca, la emoción estallaba en la inauguración de los primeros Juegos Panamericanos en Lima. Esa noche del 26 de julio del 2019, la música, los bailes y la cultura peruana honrada en cada momento de la ceremonia marcaban el mejor comienzo para unos Juegos que rompieron récords para el país.
MIRA: ¿Cómo hizo Legado Lima 2019 para construir 5 hospitales temporales en menos de un mes?
Por primera vez, una delegación peruana ingresó al ‘top ten’ del medallero con 54 preseas obtenidas en los Panamericanos y Parapanamericanos, y se superó los 700.000 espectadores. Los deportistas se convirtieron en ídolos de un país acostumbrado a tener ojos solo para el fútbol. El mismo Neven Ilic, presidente de Panam Sports, lo reconoció: “En Lima se hicieron los Juegos Panamericanos más grandes de la historia”. Con orgullo al tope, el futuro se veía esperanzador.
Un año después, ese optimismo parece haberse esfumado debido a un virus que ha dejado hasta el momento más de 17 mil muertos. Sin embargo, en este escenario, el legado de Lima 2019 sigue dando batalla. El Proyecto Especial Legado Juegos Panamericanos y Parapanamericanos es una de las instituciones que, desde su trinchera, lucha contra el COVID-19.
Tiempo en contra
Si en algo coinciden los días previos a los Juegos Panamericanos con la situación actual, es que el Perú no la tiene fácil y todo se necesita en el menor tiempo posible. Por eso, apenas empezó la emergencia, el Gobierno convocó al Legado, liderado por Alberto Valenzuela, para habilitar la Villa Panamericana para Essalud, donde se aislaría a casos leves de COVID-19. Hoy ya ha atendido a más de 7.000 pacientes.
“Con los Juegos se decía que no llegábamos, había mucho escepticismo, pero sorprendimos al mundo. Con la pandemia también tenemos muchas cosas en contra y tenemos que demostrar que sí se puede, que no nos va ganar”, sostiene.
En cuatro meses, Legado también ha convertido al Centro de Alto Rendimiento de Surf de Punta Rocas un albergue para 70 científicos del Instituto Nacional de Salud (INS), gracias a lo cual los especialistas que procesan las pruebas de descarte de COVID-19 están aislados en ambientes seguros. Lisbeth Inga es una de las biólogas que analiza entre 1.000 y 2.000 pruebas diarias. Antes de que se habilite este albergue, debía viajar desde Comas hasta el laboratorio del INS en Chorrillos, con el riesgo de contagiarse. “Estar en instalaciones que tienen todos los protocolos y movilidad para ir al INS nos da seguridad de que no llevamos el virus a nuestras casas. Soy madre de gemelos de 5 años esto es muy importante para seguir con nuestro trabajo”, cuenta.
El Legado también colaboró en la implementación del albergue para personas en situación de calle la “Casa de Todos”. Pero quizá la tarea más desafiante para el proyecto Legado fue la construcción de seis hospitales temporales, trabajo que incluyó diseñar desde cero centros especiales para el COVID-19 en Lima, Huacho y Cañete. “Trabajamos de lunes a domingo para entregarlas en menos de un mes. Somos un equipo especializado en trabajar contra el reloj”, explica Valenzuela. Los hospitales temporales o centros de aislamiento contaron con 500 camas de hospitalización y 40 camas UCI con autonomía de oxígeno y servicios. Se invirtió en total S/. 43 millones.
Ahora tienen el encargo de levantar junto al Ministerio de Salud otros cinco hospitales temporales con 250 camas en Amazonas, Junín y Puno. Se trata, casualmente, de regiones por donde pasó la antorcha panamericana en su recorrido antes de llegar a Lima.
Retorno del deporte
Antes de la pandemia, Juegos Panamericanos y Paramericanos marcaron un gran interés por deportes hasta ese momento desconocidos. Prueba de ello es que las sedes construidas para Lima 2019 recibieron a 10.400 niños y jóvenes en el Programa de Formación y Captación de Talento de verano en rugby, hockey, gimnasia, béisbol, karate, atletismo, natación. El 16 de marzo, todo se suspendió.
El 10 de junio, después de 86 días de cierre, la Villa Deportiva Nacional (Videna) volvió a recibir a atletas que se preparan para Tokio 2020. El bádminton fue el primero en reintegrarse, luego siguió elKarate, Lucha, Judo, Gimnasia, Bádminton, Para bádminton, Atletismo, Levantamiento de pesas, Tiro y Tenis de mesa.
Yuliana Bolívar, medalla de bronce en judo Lima 2019, es una de las atletas que entrena con todas las medidas de seguridad para buscar clasificarse a los Juegos Olímpicos. “Durante la pandemia teníamos sesiones por zoom para mantenernos en forma, por eso cuando regresamos al tatami teníamos las condiciones”, cuenta.
Para Ariana Orrego, gimnasta con un cupo para Tokio 2020, el regreso también significa tener a su disposición todos los aparatos y colchonetas que necesita para entrenar, algo que le fue imposible durante la cuarentena. “Es increíble estar de vuelta”, señala.
Ahora queda pendiente la reapertura de las sedes de la Costa Verde, Villa María del Triunfo y Villa El Salvador de acuerdo con el cronograma de reactivación de las federaciones deportivas.
Cuando eso pase, Legado continuará apoyando en lo que se le pida. “Si mañana nos piden colegios, lo haremos. Con lo aprendido en los Juegos podemos ir mucho más allá”, sostiene Valenzuela.
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