Con el lema “Justicia para Seb y Rodri” y “Cuando un trans muere nunca muere”, colectivos LGBTIQ, de derechos humanos y familiares de Rodrigo Ventocilla protestaron esta mañana en la sede de la Cancillería peruana para exigir una investigación por la detención del activista trans y su esposo, Sebastián Marallano, en Bali, Indonesia, así como la posterior muerte del primero en circunstancias no esclarecidas.
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Ventocilla, economista y estudiante de maestría en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), había viajado a dicho país el 6 de agosto para celebrar su luna de miel. En el aeropuerto fue detenido por supuesta posesión de drogas y, días más tarde, falleció en un hospital. Marallano también había sido detenido.
Los familiares de la pareja denuncian que la detención y muerte responde a un acto de discriminación y transfobia por parte de la policía de Indonesia. Además de que les exigieron enormes sumas de dinero por su libertad, entre 13 mil dólares hasta los 100 mil dólares por cada uno, indican que se violaron los derechos a la salud, libertad, acceso a defensa legal e información.
El cuerpo de Ventocilla todavía no ha podido ser repatriado.
“Exigimos justicia y reparación ante los indicios de secuestro, extorsión y tortura a nuestros compañeros Sebastián Marallano y Rodrigo Ventocilla, ambos detenidos arbitrariamente. Estamos aquí para exhortar a las autoridades a asumir su responsabilidad ante los actos de discriminación racial y transfobia”, denunció durante el plantón la política y activista Gahela Cari.
Los colectivos y familiares también acusan al cónsul Julio Tenorio por no actuar con celeridad en el caso. El miércoles, la Cancillería emitió un comunicado donde hablan de delito de posesión de drogas, adoptando la versión de la policía, y niegan que hubiera transfobia detrás de la detención. No mencionaron la muerte de Rodrigo.
La Defensoría del Pueblo consideró preocupante que el comunicado haga afirmaciones concluyentes cuando todavía no hay una investigación de lo sucedido.