El médico Josef Vallejos, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Cuidados Intermedios del Hospital Arzobispo Loayza, recibió la primera dosis de vacuna aplicada en el país. En la primera foto, junto a la enfermera que lo vacunó. Al lado, el equipo de UCI del hospital Loayza durante sus jornadas de trabajo.
El médico Josef Vallejos, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Cuidados Intermedios del Hospital Arzobispo Loayza, recibió la primera dosis de vacuna aplicada en el país. En la primera foto, junto a la enfermera que lo vacunó. Al lado, el equipo de UCI del hospital Loayza durante sus jornadas de trabajo.
Gladys Pereyra Colchado

A las 7 de la mañana de ayer, en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza de Lima, empezó el camino para terminar con la pandemia. Un camino largo todavía, pero cuyo primer paso es la vacunación del personal que lleva casi un año luchando contra el .

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El médico Josef Vallejos Acevedo, jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y Cuidados Intermedios del Hospital Arzobispo Loayza, fue el primero en recibir una de las dosis de las vacunas elaboradas por Sinopharm que aterrizaron en el país el último domingo. “Es una misión que los médicos intensivistas sabíamos que teníamos que cumplir. Para nosotros es importante predicar con el ejemplo, dando a conocer esta acción para que la población no tenga miedo y venza sus inseguridades sobre la vacuna”, dijo a El Comercio.

Después de él siguieron los médicos, enfermeras y técnicos del Loayza, luego el personal de otros hospitales de Lima y Callao como San Bartolomé, Dos de Mayo y el Instituto Materno Perinatal. Siguió la distribución de las vacunas a 12 regiones del país que desde hoy empezarán a contar a su personal en la lista de inmunizados. Con el primer lote de Sinopharm se espera vacunar a 150 mil trabajadores de salud de la primera línea. Las 700 mil dosis restantes del millón pactado con el laboratorio chino, que llegan este domingo 14, servirán para completar a la Fase 1 de prioridad (policías, miembros de Fuerzas Armadas, personal de limpieza, miembros de mesa, entre otros). Toda una cadena que se inició en el hospital Loayza.

De acuerdo con el presidente Francisco Sagasti, para las 5 de la tarde de ayer se había vacunado a 3.449 trabajadores de salud de 40 hospitales de Lima y Callao. Esta mañana la cifra supera los 4.000 inmunizados.

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Vallejos precisó que en su caso recibirá la segunda dosis el 9 de marzo. Hasta entonces, el programa de vacunación del hospital le realizará un monitoreo para conocer si presenta algún efecto adverso a la vacuna. Asegura que hasta ahora no ha sentido ningún malestar.

Hay que aclarar que todas las vacunas en general pueden producir efectos adversos inmediatos como fiebres, un poco de dolor, cansancio, mareos. Muchos de ellos no se generan, como en mi caso”, agregó.

En este punto, el médico enfatiza la importancia de que la población no se deje llevar por falsas informaciones respecto a la efectividad de las vacunas y reiteró que la primera dosis no es suficiente para bajar la guardia. “Se estima que en aproximadamente un lapso de dos meses ya podría estar desarrollando la protección en su totalidad. Sería un error dejar de protegerme tras la primera dosis. Continuaremos con todas las medidas de prevención”, añadió.

El último sábado, cuando las vacunas ya estaban de camino al Perú, el hospital Loayza amplió a 30 el número de camas para pacientes en estado crítico, seis de las cuales son exclusivas para quienes entran a una fase de retiro de ventilación mecánica y requieren monitoreo constante hasta su total recuperación.

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Días antes, el 2 de febrero, fue el primer hospital de Lima en recibir dos plantas de oxígeno medicinal en la modalidad sesión de uso como parte de la iniciativa Respira Perú, conformada por la Conferencia Episcopal, la Sociedad Nacional de Industrias y la Universidad San Ignacio de Loyola. De acuerdo con el reporte de Susalud, este hospital cerró el mes de enero con la capacidad de oxígeno copada. De una oferta de 588 m3, no había más oxígeno disponible para los pacientes.

Anoche, en la conferencia de prensa para presentar el primer balance de la vacunación, la ministra Pilar Mazzetti alertó que el consumo del oxígeno medicinal se ha incrementado en 300%. Por eso, aunque el inicio de la inmunización es una buena noticia, “no es la solución final”, dijo. El uso de la mascarilla, el distanciamiento social, la ventilación y el aumento en la capacidad de oxígeno y camas para pacientes continuará siendo indispensable para terminar definitivamente con la pandemia.

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Presidente Sagasti recibe la primera dosis de Sinopharm
Presidente Sagasti recibe la primera dosis de Sinopharm.

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