FABIOLA TORRES LÓPEZ (@fabiolatorres)
El director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE), Waldo Carreño Meza, evadió las normas de contratación del Estado para emplear a seis de sus amigos y beneficiar a dos consultoras en esa entidad entre agosto y diciembre del 2013, según documentos oficiales de su propio portal de transparencia revisados por El Comercio.
Carreño autorizó el fraccionamiento de servicios para su despacho y el área de Logística en 51 contratos directos por S/.400 mil, a fin de evadir los concursos públicos y beneficiar a un grupo de personas y consultoras.
En el papel, los servicios profesionales fueron prestados por distintos proveedores, pero en realidad se trató de contratos fraccionados en montos menores a S/.11.500 –la cifra permitida para contratar directamente– y direccionados para personas de su entorno.
Waldo Carreño, ingeniero civil de profesión, fue designado por el ministro de Transportes y Comunicaciones, Carlos Paredes, el 1 de agosto del 2013, en reemplazo de Oswaldo Plasencia, quien salió tras irregularidades detectadas por la prensa.
Ahora Carreño también está en el ojo de la tormenta. El Comercio documentó ocho casos de contratos dirigidos. El primero fue el de su asesor legal, Ángel Zavaleta Ríos, abogado de 28 años, sin experiencia en el cargo, quien laboró antes en Euroestudios S.L., consultora privada de ingeniería y arquitectura que dirigió Waldo Carreño.
Los dos primeros meses, Zavaleta trabajó con contratos por locación de servicios. Luego, en octubre del 2013, la AATE hizo un concurso para dicho puesto variando los requisitos a la medida de Zavaleta: bajó los años de experiencia profesional del postulante (de 10 años a 4) y eliminó los grados académicos. Zavaleta fue el seleccionado y hoy gana S/.9 mil mensuales.
De acuerdo con la documentación, José Campos Moreno y Mario Roca Mogollón y sus empresas Campos Moreno S.A.C. y Ticnnova Solutions S.A.C., respectivamente, también fueron beneficiados por Carreño.
Entre setiembre y diciembre pasado, la dirección ejecutiva solicitó especialistas en procesos de evaluaciones y planeamiento. Como se trataba de servicios de S/.40 mil a S/.60 mil cada uno, se requerían concursos públicos.
Sin embargo, se dividieron en ocho contratos pequeños para emplear directamente a José Campos, Mario Roca y sus empresas por separado. Actualmente, ambas personas siguen trabajando para la dirección ejecutiva de la AATE.
UN FANTASMA Y MÁS CONSULTORES
Otro caso identificado es el de Gissela Alvitres Oré, quien laboró como asesora de la Dirección de Logística entre octubre y diciembre pasado.
Ella cumplió dicha labor aun cuando trabajaba al mismo tiempo en el área de Logística de la Universidad San Marcos, lo que evidenciaría un doble cobro de sueldo del Estado. Sus pagos por S/.25.500 habrían salido a nombre de José Serveleón Bellido, quien no trabajó en la AATE en ese puesto y en ese período.
La dirección ejecutiva también contrató directamente a Wilmer Ontón Silva como consultor en verificación de expedientes de contratación de ese despacho.
Ontón Silva labora desde setiembre en la entidad, aunque desaprobó un proceso de selección en febrero pasado.
Con el aval del director ejecutivo, el jefe encargado de la Oficina de Administración de la AATE, Pedro Alegría Castillo, contrató en enero y febrero a Eder Carrasco Urbina, hijo de su pareja, para hacer un inventario de los almacenes del organismo estatal.
“TODO ESTÁ SUSTENTADO”
En una comunicación telefónica con este Diario el miércoles pasado, el director ejecutivo de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE), Waldo Carreño, aseguró que todas las contrataciones de personal y consultorías autorizadas por su despacho “están sustentadas y son regulares”.
NO HAY FRACCIONAMIENTO
Carreño dijo que no hubo servicios con contratos fraccionados para evitar los procesos de selección en el organismo. Sobre el caso de Gissela Alvitres Oré, afirmó que dicha abogada fue practicante de la Dirección de Logística. Sin embargo, ella lo contradijo. El miércoles dijo a este Diario no haber trabajado allí.