Volar en cometa: el primer vuelo en ala delta en Lima - 1
Volar en cometa: el primer vuelo en ala delta en Lima - 1
Redacción EC

PAMELA LOLI

Un Dédalo limeño se abría paso entre los titulares de la expropiación de cementos Lima y los bombardeos en Vietnam, en la portada de El Comercio del 15 de febrero de 1974. Era un treintañero piloto civil peruano “el primero que se decide a practicar en nuestro país el nuevo y arriesgado deporte de ‘volar en cometa’”. 

Provisto de una cometa tipo Rogallo, Javier Paraud se lanzaba al vacío desde lo alto del Malecón de Miraflores ante el reportero de este diario. Era la vez número once que lo hacía con esta ala –una de las más simples que existía– importada desde Estados Unidos, país donde comenzaba a imponerse el deporte del vuelo libre. 

“Uno se siente como un pájaro y se viven experiencias de otra dimensión” comentó tras aterrizar en una de las playas de la Costa Verde. Pero es que el joven Paraud no había adquirido esta afición a las alturas gratuitamente, su padre el Mayor FAP Fernando Paraud también fue un apasionado del vuelo. 

A vuelo de pájaro

Antes de Javier Paraud hubo otros pioneros que decidieron surcar en los aires peruanos. El Comercio fue testigo de estos hechos.

El 26 de setiembre de 1840, se publicó con el título de “Elevación aérea” el primer sobrevuelo de globo aerostático en Lima ocurrido dos días antes. A su arribo, tras tomar vuelo a las seis de la tarde, el globo fue destrozado “en manos de la desenfrenada plebe, que es aquí lo mismo que en todas partes”. Tal fue el asombro de los limeños que no dudaron en llevarse un recuerdo.

Lo que la gente no destrozó fue el biplano Voisin semejante a una “gigantesca mariposa” con el que Juan Bielovucic realizó el primer vuelo en avión en cielos peruanos, el 15 de enero de 1911. El aviador que se propuso dar una vuelta por el cerro San Cristóbal desde el Hipódromo de Santa Beatriz, logró mantener la elevación durante un minuto a una altura de 40 metros. Ello no restó la emoción de los invitados, entre los que se encontraba el presidente Augusto B. Leguía.

El mecánico chalaco y jugador de baseball Enrique Tabernie se convirtió en el primer paracaidista peruano al lanzarse al campo de la Escuela Militar de Aviación desde un avión, el 27 de marzo de 1927. “El paracaidista peruano tuvo éxito, el aparato funcionó correctamente y en vistoso descendimiento llegó a tierra sin más novedad que la natural satisfacción de haber salido airoso”, reseñó el redactor de este diario.

La cometa de Paraud

Javier Paraud utilizó una cometa tipo Rogallo con la que se practica el deporte del ala delta. Tras la invención de los aviones, el sueño de volar fue suspendido por algún tiempo, hasta la década de los setenta.  Inventada hacia 1948 por Francis Rogallo y su esposa, el ala flexible evolucionó a tal punto que permitió el desarrollo de diversos deportes de vuelo libre como el ala delta o el parapente.

Para tomar vuelo con el ala delta, el piloto se coloca mirando hacia el viento hasta que el ala se suspende en el aire. Entonces comienza a correr. Perfeccionada hacia 1961, en la Lima de los setenta recién se comenzaba a ver a un hombre volando sobre la Costa Verde.

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