Redacción EC

En su casa de la urbanización , en , uno se pierde entre tablas. Las hay de todos los tamaños, grosores y colores. Eduardo Alfredo Whilar Rodrigo vive y respira surf. El mundo de las olas lo conoce simplemente como , nombre que es una marca registrada a nivel nacional e internacional: él es el único limeño capaz de diseñar y confeccionar con sus propias manos tablas al por mayor y en cantidades industriales.

A sus 65 años, es el más experimentado 'shaper' o hacedor de tablas de la región. Las ha fabricado para todos los campeones nacionales de surf desde finales de los años 60. “Cambia la manera de diseñar, de correr. La tabla moderna te permite correr olas que antes no se corrían, y hacer maniobras que antes ni se pensaban. La tecnología va de la mano con el tablista y con lo que nosotros hacemos”, dice Wayo, quien asegura que al año produce unas 700 tablas.

“Antes se usaba serrucho. Ahora hay máquinas que cortan. Pero yo le doy forma final a todo, con mis manos. Y aunque hay programas de cómputo para diseñar la tabla, muchas veces aún diseño a mano”, agrega.

“Hoy salen ‘shapers’ que solo se basan en la computadora, que no han surfeado y no tienen experiencia de ‘shapeo’. Eso hace la diferencia”, remarca Wayo, quien aún surfea. Aunque no lo hace con la frecuencia y el arrojo de sus años mozos, todavía de vez en cuando se enseñorea de algunas olas con su longboar. Total, en casa tiene longboards de sobra.

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