El rostro de la dama al momento de su muerte ha sido reconstruido en un afán por preservarlo del deterioro irreversible por el paso del tiempo. En la foto: Óscar Javier Barrera, ingeniero y artista forense del Grupo Abstract, FARO Región Andina.
El rostro de la dama al momento de su muerte ha sido reconstruido en un afán por preservarlo del deterioro irreversible por el paso del tiempo. En la foto: Óscar Javier Barrera, ingeniero y artista forense del Grupo Abstract, FARO Región Andina.
Maribel De Paz

Pliegue por pliegue, tendón por tendón, músculo por músculo. Devuelta no solo la carne y hasta los poros mismos, sino también la mirada y el gesto. La Señora de Cao renace gracias a la tecnología para mostrar, 1.700 años después, su rostro severo. El trabajo de reconstrucción facial, en el que participaron alrededor de treinta profesionales de diversos países, entre arqueólogos, antropólogos, especialistas en 3D y hasta odontólogos, permitirá conocer el semblante de la dama al momento de su muerte. El proyecto –desarrollado por la Fundación Wiese junto al Complejo Arqueológico El Brujo, en alianza con la empresa FARO Technologies Inc.– comprende, además, la impresión en 3D de una réplica exacta de la importante momia. 

Con un margen de error menor a la tercera parte del ancho de un cabello humano, el estudio incluye el mapeo de la huaca Cao Viejo. “El objetivo es garantizar la debida preservación de esta invalorable evidencia arqueológica, y documentar los hallazgos realizados en el Complejo Arqueológico El Brujo para favorecer su estudio y difusión de nuevo conocimiento”, señala Ingrid Claudet, gerente general de la fundación, y confiesa que el momento más difícil del proceso estuvo relacionado con las decisiones que se debieron tomar respecto a la adecuada manipulación del cuerpo, dada su fragilidad “y el respeto absoluto que se merece”. 

—La reconstrucción— 

Ni en sus profecías más osadas la señora de los tatuajes podría haber imaginado que su cuerpo sería desenterrado, desenfardado y escaneado con dos tipos diferentes de luz láser que permitirían a una cámara traducir los miles de puntos captados de su superficie, para ser registrados en una computadora y devolvernos desde la muerte su rostro lozano. Al verla, entonces, se puede comprobar cómo el paso de los siglos es solo un soplo, y cómo la herencia de sus facciones pervive en el rostro de las actuales vecinas de Cao. 

La caracterización final de la dama fue lograda, precisamente, no solo tomando como referencia huacos retratos mochicas, sino también fotografías de fines del siglo XIX e inicios del XX, dejadas por Hans Heinrich Brüning y Rafael Larco Hoyle, respectivamente, y un gran número de fotos de mujeres de la comunidad actual de Magdalena de Cao y la ciudad de Moche. Pero, antes, el proceso fue largo. 

Siguiendo un riguroso protocolo de reconstrucción facial forense iniciado en agosto del año pasado, el trabajo incluyó la captación digital de un modelo tridimensional del cráneo, continuando con el modelado de los tejidos blandos y, ya con el modelo digital y tridimensional listo, la elaboración con texturas y colores a cargo de un artista, antes de proceder a la impresión del rostro en 3D. 

En una de las fotografías que registran el proceso de escaneo, se ve a un joven escolar observando desde una ventana, divertido, el cráneo de la señora, puro diente y hueso, símbolo de un pasado infinitamente lejano del que ahora vuelve para decir presente, nutrir la a veces alicaída identidad nacional y ofrecer la posibilidad de nuevas lecturas sobre esta poderosa gobernante de la cultura Moche, que concentró el poder político y religioso en el valle de Chicama, y cuyo descubrimiento reescribió la imagen de la mujer precolombina en América. 

—Poner la cara— 

Pieza clave en este proyecto de investigación es la arqueóloga Arabel Fernández, responsable de la apertura del fardo de la señora en el 2005 y jefa del laboratorio del Museo Cao, quien destaca que este tipo de documentación 3D, al permitir realizar reconstrucciones de mucha precisión, ofrece también “una lectura ágil para el visitante y los especialistas, así como la posibilidad de realizar recorridos virtuales y una mayor facilidad en el monitoreo del estado de conservación del monumento”. Sobre los elementos más difíciles de definir durante la reconstrucción del rostro, agrega: “Los detalles referidos a la forma de los labios, nariz y los ojos debían guardar concordancia con las características del cráneo, y fueron los que tomaron más tiempo en definirse, puesto que fueron sometidos a discusión entre los especialistas”. 

De la mano de este trabajo, adelanta Ingrid Claudet, se está preparando también un estudio de ADN de la Señora de Cao y varios de los miembros de su cortejo funerario. Para la última semana de agosto, además, se alista en La Libertad la tercera edición del Coloquio Internacional de Arqueología, que este año llevará por título “La Señora de Cao, discusiones sobre su espacio, tiempo y poder”. 

A través de este tipo de reconstrucción, vueltos virtualmente a la vida en otras latitudes fueron también Tutankamón y otras momias egipcias. Este martes el rostro de la Señora de Cao será develado en Lima. Su magia aún sorprende. 

PASO A PASO 

-Captura de un modelo tridimensional del cráneo mediante escáneres 3D. 

-Sketch a mano sobre la imagen impresa del cráneo. Etapa previa al inicio del esculpido digital de los tejidos blandos del rostro de la reconstrucción facial forense.

-Esculpido digital de los tejidos blandos siguiendo un protocolo internacional de reconstrucción facial forense: sobre un cráneo virtual son detallados cada músculo de la cara, luego la piel, ojos, nariz y boca.

-Ya con el modelo digital tridimensional del rostro reconstruido, se procede a la impresión 3D.

-Finalmente, bajo la dirección del equipo de arqueólogos de El Brujo, un artista trabajó los detalles de color, cabello y demás acabados sobre la pieza.

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