Fue una persona devota del conocimiento, la estética, los sistemas y otras expresiones esenciales de las culturas ancestrales del Perú. Ysabel Larco, además, miraba hacia el futuro. Por eso fue una adelantada a su tiempo (entre sus luchas figuraba la del voto femenino). Esta mujer visionaria y difusora infatigable del acervo de las sociedades precolombinas nos ha dejado: el sábado se conoció la noticia de su deceso a los 84 años, por causas naturales.
En su cuenta de Facebook, el museo Larco publicó este mensaje:"Con enorme tristeza lamentamos comunicar el sensible fallecimiento de doña Ysabel Larco de Álvarez Calderón, quien fuera presidente del Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera desde el año 1966.
Su vida fue un homenaje a la continuidad de la obra de su abuelo y de su padre, don Rafael Larco Herrera y Rafael Larco Hoyle. [...] Doña Ysabel Larco de Álvarez Calderón: toda su vida fue trabajo recio y su pensamiento, acción fecunda. Se adelantó a sus contemporáneos en todas las conquistas sociales. Con hechos consagró su amor a la patria. Luchó por el voto femenino; creyente de fe infinita en Cristo, su Señor de los Milagros; incansable en el cuidado y protección de las riquezas de nuestro pasado. Ni el hombre ni la naturaleza mellaron el acero de su voluntad".
LEGADO EJEMPLAR
Fue vital la labor de Ysabel Larco –quien fue una apasionada de la marinera y una amante de los caballos de paso–. Como presidenta del museo Larco, ella contribuyó a transformar lo que en un primer momento se inició como una colección familiar –iniciada por Rafael Larco Hoyle, su padre y arqueólogo– en uno de los museos más importantes de Lima. Con ella al mando, se emprendió la remodelación del museo, lo que necesitó de una inversión de más de dos millones de dólares y que incluyó la compra de un predio contiguo. En la misma sintonía de esa mística de trabajo, bajo su gestión se han desarrollado una serie de programas educativos para estudiantes y numerosas actividades culturales. Además, ella ocupó el cargo de presidenta del Museo de Arte Precolombino del Cusco, otra institución clave que expone lo mejor de las antiguas culturas del Perú.
Ysabel Larco le dio continuidad a los legados de su abuelo Rafael Larco Herrera y de su padre Rafael Larco Hoyle. Gracias a ello, a los esfuerzos de un equipo de profesionales de talento y a otros factores, el museo Larco apareció este año en el ránking de The Travellers Choice of Museums of 2017, de TripAdvisor (la célebre web centrada en los viajes y la industria del turismo), el cual selecciona a los mejores museos del mundo. El museo Larco se ubicó en el puesto 22 de una lista de 25 (en este grupo selecto también figuran el Louvre, en París; El Prado, en Madrid; o el MET, en Nueva York). Es la primera vez que una entidad peruana del rubro lo logra.Sobre este hito, la evolución del concepto de museo y la imprescindible continuidad de lo heredado, Andrés Álvarez Calderón, el director del Museo Larco e hijo de Ysabel, señaló a El Comercio en una entrevista: "Todo esto se puede hacer gracias a la obra vanguardista de Rafael Larco Hoyle, quien lo fundó en 1926 y fue uno de los tres pioneros de la arqueología peruana junto con Max Uhle y Julio César Tello, cuando el medio arqueológico en el Perú tenía como gran discusión temas cronológicos, de cómo se ordenaron sucesivamente las culturas en el antiguo Perú. Entonces, para los 50 y 60 lo que tocaba era que los museos dejen claro los descubrimientos de la época en materia de cronología, y el museo Larco respondió a la corriente que tenía que responder en ese entonces. Pero luego transcurren 50 años y el museo Larco del 2010 no podía ser el mismo que el de 1960, y utilizando las teorías de nuestro fundador, se cruzó información con investigación antropológica y arqueológica moderna, y se construyó un discurso más afín a todo tipo de espectador. Hoy no puedes venir a un museo a paporretear qué cultura es antes o después una de otra. Quieres inspirarte, quieres que tu vida cambie, quieres que el museo te toque el alma. Y eso es lo que se hizo".
Asimismo, Andrés Álvarez Calderón indicó: "La gran diferencia entre el museo Larco y otros es que este es el museo de un investigador, de un pionero de la arqueología peruana. Y el investigador está en la búsqueda del dato, de la comprensión y la interpretación. Solo datos debidamente organizados los puedes convertir en información, y solo teniendo información correcta la puedes interpretar y aterrizar a un discurso y a una narrativa seductora y amable [...]. No descalifico la capacidad de solo deslumbrarte por la belleza estética de un objeto, pero hoy en día, cuando estamos sobreexpuestos de información e imágenes estéticas, creo que es la era de tocar el alma. Y eso es lo que hace el gran cambio".
El legado de Ysabel Larco y de sus predecesores está ahí, intacto. Y la continuidad de esta herencia proseguirá.