Las situaciones cómicas más inolvidables de las películas de Ben Stiller se sitúan siempre a medio camino entre lo divertido y lo vergonzoso. Basta con recordarlo lanzando el corcho de una botella de champán contra la urna con las cenizas de la madre de su suegro en "La familia de mi novia" o entrampándose con la cremallera del pantalón en "Loco por Mary".
Sin embargo, Ben Stiller es mucho más que un artista de payasadas. El actor, que hoy cumple 50 años, es garantía de éxito en cada película de Hollywood en la que participa, por ello no es de extrañar que haya obtenido millones de dólares con éxitos de taquilla como "Tropic Thunder", "Una noche en el museo" o "Zoolander".
La revista "New Yorker" lo califica como "el mayor comediante del mundo", y su colega Judd Apatoy dice de él que "supone para todos el punto de inicio de la comedia moderna".
Pero a Ben Stiller también le gusta dirigir películas en serio. "No debe ser nada fácil ser Ben", afirmó Robert Downey Jr. a la revista "New Yorker".
"La ira que tiene viene de la presión, y la presión viene de que él sabe que es como Chaplin con "Una mujer de París", una película que nadie quería que él hiciera. Todos relacionan a Ben con las payasadas, y sin embargo tiene el tono, la historia y la capacidad para controlar una película y hacer de ella algo grande. Pero la mezquindad y la falta de visión de las personas le impiden mostrar ese talento", afirmó.
A los jefes de los estudios no les gusta que Ben Stiller dirija películas. En primer lugar porque siempre termina inflando el presupuesto, y en segundo, porque donde realmente es garantía de éxito es en primera línea del reparto en las comedias.
Y por ello, el actor y director continúa protagonizando cintas como la inminente "Zoolander 2", y entre medias intenta realizar trabajos de realizador como "La increíble vida de Walter Mitty" o algún trabajo independiente, la mayoría con poca repercusión.
Te invitamos a recordar más de su la carrera y vida de Ben Stiller en la galería de imágenes que acompaña esta nota.
(Fuente: DPA/ El Comercio)