George Lucas estaba fascinado con “La fortaleza escondida” (1958), del maestro Akira Kurosawa, así como con Yuki (Misa Uehara), la joven princesa de carácter de esta inolvidable película. Cuando Lucas desarrollaba "Star Wars" y moldeaba a la princesa Leia, buscó transferir a su creación esos rasgos que se mueven entre la belleza, la delicadeza y un temple aguerrido del personaje del clásico japonés. Entonces halló en Carrie Fisher a la aliada perfecta.

A veces, convertirse en un ícono del cine implica padecer una maldición. No pasó con Harrison Ford, quien supo ir más allá de Han Solo. Mark Hamill y Carrie Fisher la tuvieron  más difícil. Fuera de "Star Wars", a ella se la recuerda apenas en unos papeles secundarios en filmes como "Hannah y sus hermanas" o "Cuando Harry conoció a Sally". En sus memorias “Wishful Drinking” (título elocuente y guiño a sus problemas con el alcohol), Fisher incluso escribió: “George Lucas me arruinó la vida”.

No era una idea fija. Otras veces, Fisher estaba orgullosa de la princesa. También era consciente de que Leia era un ícono sexual que se inmortalizó por el bikini impuesto por Jabba. Eso sí, parecía que a ella le importaba cada vez menos el “qué dirán”. En una convención de "Star War" del 2015 y en medio de una polémica por una solicitud que pedía el retiro de las muñecas de la sexy Leia del mercado, Fisher indicó: “¿Por qué este hombre no le cuenta a su hija que el personaje lleva ese atuendo no porque ella lo escogió, sino porque la obligaron? Porque es rehén de un testículo gigante que no deja de babear [...] Es precisamente esa cadena que la ata, esa que dicen que parece un accesorio sadomasoquista, con la que consigue matar al testículo gigante”.

Hace semanas, la actriz confirmó que mantuvo una relación amorosa y clandestina con Harrison Ford. (Foto: AP)

—Carrera turbulenta—

Además de la gloria y el encasillamiento de "Star Wars", acompañaron a Fisher sus adicciones a los antidepresivos y los trastornos de bipolaridad, lo que la llevó a apoyar las causas para lidiar con las enfermedades mentales.

También se reinventó como guionista y escritora. En sus memorias publicadas recientemente, "The Princess Diarist", reveló lo que medio mundo sospechaba: fue la amante de Harrison Ford hace décadas.

1973, Nueva York. La futura princesa Leia, con 16 años, en la casa donde vivía con su mamá. (Foto: AP)

¿La partida de Carrie Fisher alterará el rumbo de la franquicia? El rodaje de "Star Wars: episodio VIII" –que se estrenará en diciembre del 2017– ya terminó, pero no se sabe si se realizarán nuevas tomas para justificar la posible ausencia de Leia en el episodio 9. Aunque con la tecnología digital todo es posible.

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