El cine peruano recibe el 2023 con esperanza, pero también cautela. Secuelas de franquicias taquilleras, una cinta animada, una mezcla de comedia con misterio y propuestas documentales variadas, sea sobre un legendario grupo de cumbia amazónico o las víctimas de las esterilizaciones forzadas de los años 90, llegarían en los próximos meses. El condicional, lamentablemente, es lo que corresponde siempre para las fechas de estreno en una industria para la que cada lanzamiento es una batalla en desventaja.
En estrenos “comerciales”, de las películas que se sea por elenco o género tienen más oportunidades de ser consideradas por el exhibidor, está “Soy inocente” de Pedro Flores Maldonado, que sigue a Sofía (Yiddá Eslava), empleada de limpieza en un hotel lujoso que une fuerzas con sus colegas para no quedar como la principal sospechosa del asesinato. También llega la cuarta parte de la saga más exitosa del cine peruano, “Asu Mare: Los amigos”. Dirigida por Carlos Alcántara, quien debuta como cineasta, la película se enfocará en cuatro de los amigos de Cachín y su cruzada para recuperar la casa abandonada donde jugaron de niños.
Por el lado de las cintas que recibieron estímulos económicos del Ministerio de cultura, se estima que cuarenta se exhibirían comercialmente en 2023, según datos proporcionados por la Dirección Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO). En ficción, algunos de los próximos estrenos apoyados por el estado son “Los fabulosos Bardelli”, de Adrián Saba (“El limpiador”), “Viejas amigas” de Fernando Luis Villarán (“Papá youtuber”), “Reinaldo Cutipa” de Oscar Gonzales (“Marcados por el destino”) y también “La herencia de flora”, basada en la vida de la peruano-francesa Flora Tristán, dirigida por Augusto Tamayo (“El bien esquivo”). Esta película, además, será la última donde veremos escenas del fallecido actor Diego Bertie.
En cuanto a los documentales incentivados, se encuentran “El maldito bastardo” de Marianela Vega (“Rodar contra todo”), “Laureano” de Claudia Ccapatinta, “Arde Lima” de Alberto Castro (“Invasión Drag”), “El Viaje al Origen del Kené” de Rodolfo Arrascue, “Sonido Amazónico” de Adolfo Chumbe, “Escribir nuestro nombre y seguir” de Enma Albornoz y Fernando Vilchez; etc.
Lo que queda por hacer
Tras una pandemia que mantuvo cines cerrados por más de un año, que además disminuyó la afluencia a las salas (algo de lo que todavía no nos recuperamos), uno de los principales retos de cada producción es llevar más público a las funciones. Una opción es apuntar a otros mercados, como contó a El Comercio Guadalupe Benites, directora y productora de la película “Celeste y el pequeño sajino”, filmada en 2022. Su empresa, Curuwinsi Cine, quiere llevar la película a otros países de la región como Ecuador, Colombia y Bolivia.
Por su parte Julián Zucchi, productor de “Soy inocente”, apuesta por diferenciarse del cine internacional. “Los productores no deberíamos competir entre películas peruanas. Nuestra competencia más grande es con los blockbusters, que obviamente son atractivos porque tienen inversiones millonarias. ¿Y cómo le compites a un monstruo como ‘Avengers’? Yo creo que diferenciándonos con lo único que es nuestro, que es ser peruanos. Hay que hacer historias donde la gente se sienta identificada”, contó.
De regreso con “Celeste y el pequeño Sajino”, una película para toda la familia sobre la protección de la naturaleza filmada en el Bosque de Protección Alto Mayo, Benítes cuenta que es vital elegir bien la fecha de estreno. Tentativamente, la cinta llegará en noviembre, antes de que el público destine su dinero a la Navidad. También está la publicidad, inversión necesaria para que el público sepa que hay una producción peruana en salas. “[Dicen:] ‘oye, ¿y dónde apareció esta película? ¡no sabíamos nada!’ No se trata de que una película sea un sufrimiento. Es una alegría, es como el nacimiento un niño. Haces el baby shower, todo el mundo quiere ver al bebe, mandarle regalos. Es el nacimiento de una creación y hay que tratar de visibilizarla”, sostuvo.
Sobre la llegada de las películas nacionales a las plataformas de streaming, Zucchi asegura que estos servicios tienen claro qué mercados son más atractivos para el suscriptor. Así, el reto está en convencer a estas compañías. El también actor lamentó las críticas que hubo a cintas nacionales que llegaron a dichos servicios. “Cuando el mercado todavía no es tan interesante para ellos y, encima cuando deciden arriesgar por una producción, llueven críticas. Y no hablo solo por nosotros, hablo por todas las películas que han estrenado”, añadió en referencia a sus dos películas previas, disponibles en Netflix.
Finalmente, lo ocurrido con “Willaq Pirqa”, que está en su quinta semana de exhibición, con más de 13.000 espectadores hasta el momento. Sobre eso, Benites destacó no solo la calidad de la película, sino la campaña de redes sociales que ha tenido. “Es un ejemplo de que en regiones puedes sacar buenos proyectos a pesar de las dificultades que hay a nivel logístico, de espacios, clima, conectividad”, dijo.
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