Carlos Oré Arroyo

La serie juvenil española “” repetirá la fórmula con la que captó la atención de millones de seguidores en el mundo: un sorpresivo asesinato, sospechosos de haberlo cometido y vínculos amorosos que van surgiendo en el desarrollo de la historia. Pero como todo material que es utilizado una y otra vez, esta entrega se vuelve predecible al punto de reducir su encanto a la mínima expresión. Así lo han demostrado los dos primeros episodios, a los que El Comercio accedió en calidad de preestreno.

Tras la muerte de Polo (Álvaro Rico) en medio de una fiesta, se inicia la búsqueda del autor del crimen. Tal como sucedió en las entregas anteriores de “Élite”, la narración se apoya en los ‘flashbacks’ de los personajes, donde se vislumbran eventos que explicarían las motivaciones del supuesto asesino y se aprovecha para mostrar los orígenes de algunas relaciones.

TEMAS ANCLA

Esta vez un proceso judicial y la etapa de admisión universitaria son los argumentos que empujan la historia, aunque en el camino aparecen otros que finalmente no logran conectar realmente con la trama de la serie. El abuso de las drogas, la educación sexual, la adicción a las redes sociales, entre otros, sirven como temas satélite que resultan importantes de abordar dado que muchos programas de este corte optaron por no mostrarlos como parte del entorno juvenil.

Netflix se había caracterizado por ser un refugio frente a los dramas desenfrenados que durante años han invadido las pantallas de los televisores, pero todo parece indicar que eso empieza a ser cosa del pasado.

ESTRENO

Disponible en Netflix a partir del viernes 13 de marzo.

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