Si alguien escarba en su memoria para buscar el primer libro que leyó, es muy probable que note que el autor tiene nombre masculino. Lo mismo sucede si hacemos un repaso por los títulos que a lo largo de la etapa escolar se nos ha pedido leer. ¿Cuántos de ellos fueron escritos por mujeres? ¿Por qué la literatura femenina es tan poco difundida? Esas preguntas se convirtieron en la tarea pendiente que Verónica Villarán, investigadora en temas educativos, quiso resolver. La primera oportunidad que tuvo llegó de la mano de una conocida librería limeña, donde inició un ciclo de talleres de lectura dedicado a autoras talentosas, pero casi desconocidas. “Sentía que teníamos a mano muy poca literatura escrita por mujeres y que mayormente consumimos obras masculinas a pesar de la gran cantidad de autoras que existen y que podríamos revisar, leer y disfrutar”, comenta. Era agosto del 2020 y la idea de tener una librería dedicada exclusivamente a la escritura femenina todavía no estaba en sus planes.
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