ENRIQUE PLANAS
Charly García le dijo que lo que tenía que hacer un rockero era morir rápido o envejecer dignamente. Al periodista argentino Sergio Marchi le interesan poco aquellos ídolos canonizados por haberse consumido deprisa. Por eso, en su libro “Room Service” le sigue la pista a los sobrevivientes, a quienes hacen el camino completo y no envejecieron de patética forma.
¿Cuán difícil crees que es para un músico “envejecer con gracia”?
Es muy difícil para profesiones como el deporte, o como el rock, donde se ensalza a la juventud. Aún vivimos con el viejo paradigma de que el rock es música para jóvenes, cuando eso ya caducó.
En efecto, buena parte de las estrellas del libro podrían vivir en un geriátrico...
Sí [ríe]. Esa es la gente que escribió la historia en su juventud. Pero el rock es una cultura en desarrollo. Es la primera vez que tenemos un Beatle o un Rolling Stone de 70 años. A mí me da curiosidad: ¿Cuán bien envejecieron? Creo que bastante bien.
Podría decirse que todos ellos son sobrevivientes...
Y sí. Eso agrega a la leyenda. El haber sobrevivido a muchas cosas y estar aún enteros y lúcidos, y no convertirse en tipos que reniegan de lo que hicieron. Envejecer con gracia es no arrepentirse de lo que se hizo. Hay que reconocer que el rock cambió mucho el mundo. El mundo es otro gracias al rock. Por eso hay gente que lleva el pelo largo, el sexo entre dos extraños es una elección, hay matrimonios gays. El rock hizo de la tolerancia su bandera. Con su música, esos viejos rockeros modificaron nuestras vidas.
Dices que la industria musical y los medios forman parte de una “trituradora de carne fashion”. ¿Crees que las estrellas son víctimas de nosotros?
Son víctimas voluntarias. No son ovejas que llegan engañadas al matadero. Pero hay una cuestión de exacerbaciones que tienen los medios y la industria que utiliza esas peculiaridades del rock como herramienta del márketing. ¡Y a nosotros nos encanta! No hay nada más divertido que una estrella en apuros. Muchos de los desmanes que hacen es porque están relocos de drogas, de alcohol, y también porque es algo que saben que la gente va a aplaudir.
Otra hipótesis que presentas para explicar la tendencia autodestructiva de las estrellas tiene que ver con la culpa.
La culpa de la estrella nace al preguntarse: ¿Por qué tengo todo esto a mi disposición? ¿Que hace que yo tenga montones de chicas gritando fuera de mi hotel, dinero en el bolsillo, drogas que guardan mis asistentes? Puedo ser bueno, ¿pero hasta qué punto me he ganado lo que tengo? Y la culpa se va filtrando, una gota que va horadando el subconsciente. Y en determinado momento explota. Y allí nacen las historias más desconcertantes de las estrellas de rock. ¿Por qué ese tipo corre ‘en bolas’ por la calle? Porque siente culpa.
¿Cómo asedia la culpa a Charly García, por ejemplo, de quien escribiste su biografía?
Él contaba que, de niño, tenía una profesora de piano llamada Julieta Sandoval, que le hablaba del cielo y del infierno. Y que si no estudiaba la escala del piano, Dios lo iba a castigar. ¿Cómo esperar que ese pibe no creciera con culpa y se convirtiera en un adulto neurótico?
Cuentas que Charly inventó la forma de ser rockero en Argentina. ¿Cómo así?
Con extravagancia, con genialidad, con transgresión, inteligencia y una personalidad patológica. Antes no había estrellas de rock en Argentina. Ningún músico había hecho antes destrozos en un hotel. Quien hizo todo primero fue Charly. Después llegaron los imitadores.
Hablando de demoler hoteles, ¿alguna de tus fuentes fue empleado hostelero?
No. Ninguno tiene una especialización en estrellas de rock. Charly explica bien el tema: en un hotel todo se maneja por protocolos para mantener la armonía y la normalidad, como terremotos o incendio. ¡Pero no tienen protocolos para rockeros! Ellos son accidentes del sistema, como un cataclismo.
ÍDOLOS COMENTADOS
MICK JAGGER
“Nunca se reventó demasiado. Nunca tuvo adicciones ni excesos con el alcohol. Siempre le gustó permanecer en control. Era un tipo consciente. Keith Richards fue el que hizo todo lo demás”.
FREDDIE MERCURY
“Tuvo la pretensión del divo que, ante el menor desarreglo, pega un do de pecho que revienta los vidrios del hotel. El rockero no se escandaliza por el desorden. El divo busca el orden según su capricho”.
DAVID BOWIE
“Entre el 73 y 76, la cocaína le hizo protagonizar historias tremendas. Llegó incluso a hablar bien del nazismo. Su mayor genialidad fue mudar de piel y seguir siendo él mismo”.
CHARLY GARCÍA
“Hace muchos años que Charly no compone. Y creo que él puede volver a sacar buenos discos. Lo que pasa es que él tiene una gran crisis de confianza en sí mismo”.