Tres años después de haber sido publicada, “La sangre de la aurora” --la novela más elogiada de la escritora peruana Claudia Salazar -- se resiste a ser solo un grato recuerdo. Y así, hace poco más de un mes acaba de ser traducida al inglés por Elizabeth Bryer y publicada por la tejana editorial Deep Vellum.
Entonces, la también autora del libro de cuentos “Coordenadas temporales” debió emprender un camino distinto: presentar su propuesta (la historia de una periodista, una senderista y una campesina que son testigos del avance de la violencia terrorista entre 1980 y 2000) ante un público diametralmente distinto, el estadounidense.
Por lo pronto, Claudia Salazar ya cosechó interesantes reseñas en medios como BBC Culture, NPR y el New York Times. Teniendo en cuenta que traducciones de autores peruanos al inglés no abundan en la última década (salvo consagrados como Mario Vargas Llosa o Santiago Roncagliolo), el logro de la ganadora del Premio Las Américas de Narrativa Latinoamericana, es mucho más singular.
Conversamos con la autora de “Blood of the Dawn” durante su estancia en el Hay Festival Arequipa 2016, donde fue una de las ponentes.
-¿Cómo fue posible traducir “La sangre de la aurora” al inglés?
Fue un proceso muy fortuito. La traductora, Elizabeth Bryer, es australiana y está casada con un arequipeño. Él visitó la Feria Internacional del Libro de Lima cuando recién publiqué la novela en julio de 2013, y como está muy interesado por lo que se publica en Perú, compró la novela, la leyó, le gustó. Dos meses después, su esposa me escribió diciéndome que le encantó la historia y que quería traducirla. Le dije ‘perfecto’, o sea, acababa de salir el libro (aquí) y con una editorial pequeña como Animal de Invierno. Elizabeth me dijo que buscaría colocarla en algunas editoriales. Tiempo después ya fue mi agente, Ana Soler Pontas, la que consiguió el contrato de publicación en inglés con Deep Vellum, una editorial estadounidense.
-Más allá del idioma, ¿cuánto se transformó la novela en el proceso de traducción?
Yo tenía ciertas reticencias porque siempre está presente el mito de que al traducir un libro este se transforma en otra cosa completamente distinta. Sin embargo, con Elizabeth trabajamos de una manera muy cercana y creo que la traducción deja un espíritu muy cercano al libro en español.
-¿Cómo ha sido esta pequeña gira de presentaciones que has tenido en Estados Unidos?
Interesante porque es algo muy distinto, otro público, otros intereses. Ya no se lee la novela tanto desde lo peruano sino que hay que pensar en cómo un texto sobre mujeres y terrorismo puede llamarle la atención a un lector estadounidense. Así se debe ser algo más específico al momento de las presentaciones y en las entrevistas. Me siento muy contenta porque del mercado de publicaciones en EE.UU. solo el 3% se dedica a traducciones y de ese pequeño porcentaje uno aún mucho menor se dedica al español. Y si tenemos en cuenta traducciones a (autoras) mujeres, pues estamos hablando de algo muy especial. Espero que esto repercuta en el resto de escritores peruanos.
-No se traduce mucho a autores peruanos al inglés...
Aparte de Mario Vargas Llosa y Santiago Roncagliolo no hay muchos más del año 2000 para adelante. Creo que algunos pequeños libros de poesía han sido traducidos por empresas muy chicas que casi no circulan tanto. La poesía siempre tiene un público distinto.
-¿Cómo ha sido la recepción del público estadounidense hacia ‘La sangre de la aurora’, que es finalmente un pedacito del Perú?
Ha tenido una recepción muy interesante. Una reseña buenísima que salió en NPR, que es la Radio Nacional Pública de EE.UU., sobre todo rescatando la cuestión del lenguaje y la idea del Perú en los ochenta. Eso parece que les impactó mucho. Luego, BBC Culture lo recomendó como uno de los libros del mes de noviembre, junto a autoras muy conocidas y que circulan mucho como Zadie Smith y Elena Ferrante. Además, el New York Times publicó una reseña en web y papel. Aún no me la creo realmente. Como te dije hace poco, espero que esto ayude a difundir mucho más la literatura peruana.
-¿Y entre tanta buena noticia, cómo haces para evitar marearte y lograr controlar el ego?
Estoy algo en shock. Lo del New York Times no lo esperaba tanto porque soy una escritora peruana que presenta un libro sobre un tema muy peruano. ¿Qué tanto interés puede tener un tema como este en una sociedad que atraviesa un momento muy difícil como la estadounidense? Sin embargo, también creo que esto hay que disfrutarlo. Lo del ego, creo que estoy aprendiendo a domesticarlo. Y sí, tengo que seguir trabajando mucho. Me parece importante este reconocimiento al libro porque cosas así no suelen ser frecuentes. De alguna manera, es como una cierta validación al trabajo que uno está haciendo. Estoy muy contenta.
-Y pensar que hace siete meses conversamos y te pregunté cuándo ibas a desligarte por completo de “La sangre de la aurora”…
Es extraño porque el libro lo publiqué hace tres años pero ahora con la traducción, y como es un público distinto, a veces cuesta un poco hablar de la novela como si fuera nueva. Uno dice ‘esto ya lo dije tantas veces pero este público no lo sabe’. Así que hay que re pensar todo de nuevo y presentar ideas frescas para que el público se interese.
-Finalmente, ¿qué nuevo proyecto literario tienes entre manos?
Hay una novela juvenil que espero salga este fin de año. También estoy empezando a escribir otra novela.