Sobre la célebre frase de Wassily Kandinsky, que sentenciaba que cada artista es hijo de su tiempo, la diseñadora de joyas, Ester Ventura, asegura que esta se mantiene vigente, pues los artistas de hoy son muy reflexivos y adoptan una postura responsable y solidaria. Asevera además, que todo artista debe tener un compromiso constante y responsable con nuestro pasado, con nuestras culturas primigenias, con la ecología, con nuestro entorno y también, por supuesto, un compromiso social. En esa línea, junto con emblemáticas casas de moda, lujo y joyería, se sumó a la convocatoria para la subasta benéfica San Patrignano, institución que hace más de cuarenta años ayuda a adolescentes y jóvenes europeos a recuperarse de su adicción a las drogas y a construir una nueva vida.
En la edición XXI de la subasta, que se celebra hasta hoy en Milán, participaron Hermès, ETRO, Ermenegildo Zegna, Prada, Valentino, Salvatore Ferragamo, Pomellato, Vhernier, Chantecler, Federzani, Rolex y Pisa. Muchas otras marcas apoyan permanentemente al centro terapéutico de manera económica y a través de voluntariados, para que los programas multidisciplinarios sean completamente gratuitos. Desde su creación, la institución (ubicada en Rimini, al noreste de Italia), ha recibido a cerca de veinte mil personas a quienes les ofrecieron una casa, asistencia sanitaria y jurídica, la posibilidad de estudiar y reintegrarse a la sociedad. Para más información puede visitar la página del centro terapéutico www.sanpatrignano.org/
OBRA EN VITRINA
El trabajo de Ester Ventura es bastante conocido y apreciado en Europa gracias a publicaciones especializadas en joyería, como “Arte y Joya” o “Contraste”, y a su participación frecuente en diversas ferias de diseño. Cuando la convocaron a esta subasta, presentó un grupo de ocho creaciones. La pieza elegida fue un pectoral exquisitamente trabajado en plata 950 con aplicación de cinco conchas spóndylus en estado natural cuyos engastes recrean la superficie agreste de las conchas, a juego con aretes que complementan el conjunto. Ancestralmente el coral spóndylus es conocido como “mullu” y es considerado símbolo de paz. Recientemente participó en la Subasta del Museo de Arte de Lima, MALI, con una versátil y lúdica pieza trabajada en plata.
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