RUDY JORDÁN ESPEJO
Rubén Blades tiene 66 años y no quiere perder el tiempo. Este año la muerte de músicos amigos suyos como Blue Read, Paco de Lucía y Cheo Feliciano lo han impulsado a tomar drásticas decisiones: dejará la salsa en diciembre del 2015, experimentará con nuevos géneros musicales y postulará por segunda vez a la presidencia de su país para el 2019.
“En la salsa hice el primer álbum en 1969, ¡estamos 2014! Lo que hice está allí”, dice Blades anunciando que terminará sus giras en diciembre del 2015. “Todo tiene su final”, decía su compañero de vida y escenario Héctor Lavoe así que ahora quiere concentrarse en sus nuevos proyectos.
Ya tiene un disco llamado “Tangos” donde reinventa en este género sus temas más populares, está trabajando un álbum de rock y otro de jazz con distintos tipos de acompañamientos y tiene pensado hacer un disco de canciones de Navidad para toda América. “Mi esperanza es que la gente le dé a la letra la consideración que quizás no le dimos cuando la presentamos en formato de salsa”, afirma.
EL CONCIERTO DE HOY
“El Cantante” será uno de los temas que tocará Blades hoy en el concierto que dará para el Gran Estelar de la Feria del Hogar. “Cuando interpreto el tema la gente se acuerda de Héctor y yo quiero que se acuerden de él”, señala.
Con 45 años haciendo salsa es difícil elegir los temas para un concierto de dos horas así que decidirá qué tocar de forma espontánea. Sin embargo, hay algunas canciones fijas que, asegura, “no puede dejar de tocar”: “Todos vuelven”, “Amor y control” y “Pedro navaja”, son algunas de las imprescindibles.
Blades está a punto de cambiar la trayectoria de una brillante carrera que le ha dado más de veinte discos, seis grammys y el reconocimiento mundial. Hoy se subirá a un escenario limeño, quizás, por última vez, para culminar una etapa salsera que para él se cierra pero que para sus seguidores, a través de sus canciones, seguramente será inmortal.
