El baterista Reeves Gabrels, Robert Smith y el viejo colaborador Simon Gallup durante el concierto que The Cure ofreció en el Hyde Park de Londres, en julio del año pasado. (Getty Images)
El baterista Reeves Gabrels, Robert Smith y el viejo colaborador Simon Gallup durante el concierto que The Cure ofreció en el Hyde Park de Londres, en julio del año pasado. (Getty Images)

El cabello desgreñado, el delineador en los ojos, el lápiz labial. Trío de rasgos inconfundibles para reconocer al líder de The Cure, Robert Smith, y convertirlo en fácil caricatura. Varios kilos de más le han traído el tiempo y la vejez, ciertamente, pero su figura ha sido en esencia la misma.

Más allá de lo puramente estético, también se le suele machacar una suerte de estereotipo musical a la banda británica. Acaso por las cuatro o cinco canciones que las radios y discotecas repiten hasta el cansancio, el grupo sigue para muchos asociado a su síntesis de lo gótico y lo dulzón. Un reduccionismo que pasa por alto cuatro décadas de constante innovación: del new wave del “Seventeen Seconds” (1980) a la oscuridad fúnebre del “Pornography” (1982); de la psicodelia de “The Top” (1984) al eclecticismo de “Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me” (1987) o la densidad perfecta del “Disintegration” (1989). Es cierto que los ochenta fueron su cumbre, como puede verse. Pero la audacia ha persistido por varios años más.

Y es esa riqueza cambiante la que Smith y compañía celebraron con un gran concierto el año pasado, en el Hyde Park de Londres, por los 40 años de su primer show juntos, en el pub The Rocket de West Sussex, cuando aún se hacían llamar los Easy Cure. Un show conmemorativo que, bajo la dirección de Tim Pope, ha tomado forma de película de más de dos horas de metraje: “The Cure: Anniversary 1978-2018. Live in Hyde Park” es el nombre de la cinta que llega al Perú hoy, en única fecha y cines seleccionados. Lo más cerca que se tiene, por el momento, de revivir su notable concierto del 2013 en el Estadio Nacional.

Fotografía de 1987 de Smith junto a Porl Thompson, ‘Lol’ Tolhurst, Boris Williams y Simon Gallup, icónica formación de The Cure. (Getty Images)
Fotografía de 1987 de Smith junto a Porl Thompson, ‘Lol’ Tolhurst, Boris Williams y Simon Gallup, icónica formación de The Cure. (Getty Images)

SONIDO VIGENTE
El concierto de Hyde Park está compuesto por 29 canciones. Mandan los temas de “Disintegration” –su obra maestra– y se extrañan los de “Pornography”, pues de este disco no se incluye ninguno. Pero es en general una sólida muestra de la intensidad y efectividad que The Cure suele mostrar en vivo. Un despliegue de dramatismo que no se suspende en la nostalgia, sino que logra vibrar frente a más de 60.000 personas y una estupenda puesta de sol.

El estreno de la cinta no puede llegar en una mejor actualidad para The Cure. Ya Robert Smith ha anunciado que un nuevo álbum sería publicado este año (el primero desde “4:13 Dream” del 2008). A ello se suma su ingreso al Salón de la Fama del Rock, ocurrido en marzo último, o la espectacular temporada de conciertos que ofrecieron en la Casa de la Ópera de Sidney (Australia): cinco fechas en las que interpretaron “Disintegration” íntegramente (más otros temas que quedaron fuera), para conmemorar los 30 años del álbum.

En el filme que nos ocupa, habrá tiempo para disfrutar de joyas como “Plainsong”, “If Only Tonight We Could Sleep” y “Fascination Street”. También, por supuesto, para las más manidas pero no menos disfrutables “Friday I’m in Love”, “Close to Me” y “Boys Don’t Cry”. De todo y para gustos variados. Recomendamos no perdérselo.

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