(Foto: Alonso Chero)
Marieta del Campo - Mocha Graña

Considerada como la pionera de la alta costura en el Perú, (1909-2003) dedicó su vida a confeccionar vestidos de novia, uniformes y vestuario teatral.

Mocha –como la recuerdan sus amigos– fue una de las fundadoras de la Asociación de Artistas Aficionados, y allí, tras bambalinas, comenzó a crear sus primeros diseños. Tiempo después su talento la llevaría a confeccionar trajes para personajes como José de San Martín y la Perricholi (el vestido fue el mismo que usó Mónica Sánchez en la novela), o vestuarios para elencos de obras como "El Gran Teatro del Mundo", además de sacos y faldas al mejor estilo de Jackie Kennedy. Actualmente, estas y otras piezas forman parte de un legado que no está olvidado en un desván, sino que está listo para su uso. Lo hallamos intacto en el taller Mocha Graña, de Miraflores, que este año conmemora su aniversario 15.

PRESERVAR SU ARTE
Durante sus años de creación, Mocha Graña confeccionaba sus piezas junto a su equipo de costureras. Al fallecer, su legado quedó en manos de estas amigas y colegas, quienes tendrían la misión de seguir difundiendo sus diseños, como también crear nuevos.

A la cabeza del taller se encuentra Marieta del Campo, costurera que conoció a Graña en los años 90. "Mocha era una persona jovial y encantadora. Coser con ella era divertido. Antes lo hacíamos en su casa, que quedaba en la Av. Salaverry. Llegábamos y nos sentábamos en el comedor para comenzar a cortar las telas. Ella nos recibía y nos hacía bromas", recuerda Del Campo.

De su amiga ella aprendió a seguir el patrón de diseños característicos de los años 50. "Recuerdo que a veces titubeaba y no sabía si cortar o no una tela. Mocha me veía y me decía que cortara. Yo la miraba como diciendo: '¿y si me equivoco?' ¡No importa!', me decía. Le gustaba que nos arriesguemos. Y cuando probábamos las prendas en el maniquí, nos dábamos cuenta de que todo estaba bien", revela sonriente.

Hoy, Marieta del Campo atesora los vestuarios que en su momento ayudó a confeccionar. Junto a un equipo de modistas y del diseñador Gerardo Newmann, se encargan de crear nuevos trajes (les toma entre 7 a 10 días hacerlo), pero también poner en valor las piezas de Mocha, que están listas para su alquiler. La idea es que sus diseños vuelvan a cobrar vida sobre las tablas.

DATO
El taller se ubica en calle Francisco de Paula Ugarriza 739, Miraflores, y cuenta con más de 200 trajes diseñados por Mocha Graña.

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