“Yo soy Betty, la fea” es una exitosa telenovela colombiana que traspasó fronteras y marcó a más de una generación. Transmitida en más de 180 países, doblada a 25 idiomas y adaptada en más de 20 ocasiones, más de 20 años después, el melodrama sigue vigente en la plataforma de Netflix.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS: ¿Cuánto sabes sobre “Yo soy Betty, la fea”?
El melodrama contaba la vida de ‘Beatriz Pinzón Solano’, una muchacha poco agraciada pero muy inteligente que se robó el corazón del público junto con sus amigas del llamado ‘Cuartel de las feas’. Hasta los personajes que encargaron de hacerle la vida de cuadritos conquistaron a una audiencia que incluso en la actualidad sigue la trama.
La historia original de Fernando Gaitán es y sigue siendo un éxito rotundo, tanto que no solo se han hecho nuevos remake de esta telenovela, sino también han plagiado la trama y esto pasó con “El amor no es como lo pinta”.
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La producción de TV Azteca fue acusada de plagio y si bien no fue una copia completo de “Yo Soy Betty, la Fea”, igual tomó muchos elementos, los suficientes para que encendiera las alarmas de la cadena RCN y el creador de la telenovela.
¿POR QUÉ EL AMOR NO ES COMO LO PINTAN FUE ACUSADA DE PLAGIO?
“El amor no es como lo pintan”, se estrenó en el año 2000 a través de las pantallas de TV Azteca y si bien no fue una copia exacta de la producción colombiana, la telenovela mexicana tomó ciertos elementos clave que de manera individual quizás no habrían levantado sospechas, pero en conjunto se veían como una especie de remake de “Yo Soy Betty, la Fea” con ciertas libertades creativas.
La idea de la producción mexicana también se basaban en una chica muy inteligente, pero no lograba conseguir trabajo debido a que no cumplía con los cánones de belleza establecidos por diversas empresas y sin duda, esto puso en alerta a Fernando Gaitán.
En “El amor no es como lo pintan”, la protagonista se llamaba Alicia y al igual de Betty, encontró al amor de su vida gracias a que fue contratada en una empresa que se fijo en ella más allá de su aspecto físico.
La única diferencia es que el galán era el segundo hijo del dueño de la empresa y este no era el encargado de la gerencia y mucho menos se encontraba comprometido. Pero la referencia que hicieron sobre un amorío entre la empleada recién llegada y un ejecutivo de un puesto prestigioso, también fue evidente que vino de la historia original que era “Betty, la fea”.
FERNANDO GAITAN ENJUICIÓ A LOS CREADORES DE EL AMOR NO ES COMO LO PINTAN
Según reseña el portal El Tiempo, los abogados de RCN, en México y Colombia, revisaron el material para proceder a instaurar acciones legales contra TV Azteca. Televisa, quien había adquirido los derechos de transmisión de la telenovela colombiana, también estaba esperando el desenvolvimiento de la situación para proceder con su caso particular.
Gabriel Reyes, presidente de RCN en ese momento, comentó que era muy grave para el entorno televisivo que se dieran esta clase de ligerezas porque es un mundo donde se rige bajo el precepto de la palabra.
Al final, luego de varios procedimientos judiciales, “El Amor no es como lo Pintan” pudo salirse con la suya completando la transmisión un año después el 27 de abril de 2001. Sin embargo, muchos rumores circularon en las revistas y periódicos alegando que hubo un pacto extraoficial entre la cadena colombiana y mexicana para retirar los cargos de plagio.