Lo que iba a ser el inicio de una nueva vida tras mudarse de casa, pasó a convertirse en algo siniestro, donde cosas aterradoras comenzaron a suceder, al punto que se necesitó de una especialista para exorcizar a algunos de sus habitantes. Así es la trama de “La liberación” (“The Deliverance”, en inglés), la película que aterrizó en Netflix el 30 de agosto de 2024, fecha desde la que viene horrorizando a los espectadores, pero ¿sabías que la cinta se basó en un caso de la vida real? En esta nota, te contamos la verdadera historia de la familia Ammons, que vivió una pesadilla hace más de una década.
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El filme tiene como director a Lee Daniels, quien con esta producción se reúne con las actrices Andra Day y Mo’Nique, a quienes dirigió en “Billie Holiday” (2021) y “Preciosa” (2009), respectivamente. El elenco también lo conforma Glenn Close, entre otros actores.
“LA LIBERACIÓN” SE BASÓ EN UN CASO DE LA VIDA REAL
En “La Liberación”, vemos cómo la familia Jackson lucha contra una posesión demoníaca, luego de que se mudaron a Pittsburgh, Pensilvania. Los integrantes son una madre soltera con problemas de alcohol, su mamá quien está enferma y sus tres menores hijos. Si bien, todos comienzan a experimentar extraños sucesos, poco a poco esto comienza a subir de tono y se vuelve escalofriante.
Para la adaptación a la pantalla se realizaron algunos cambios, pero eso no quita que esta producción se haya basado en un hecho real.
EL CASO DE LA FAMILIA AMMONS: LA HISTORIA EN LA QUE SE BASÓ “THE DELIVERANCE”
Todo comenzó en 2011 cuando la familia Ammons se mudó a una casa, de una sola planta, en la tranquila ciudad de Gary, Indiana. En noviembre de ese año, Latoya Ammons se instaló con su madre Rosa Campbell y sus tres hijos de 7, 9 y 12 años en dicho inmueble. Aunque aparentemente todo era paz, con el transcurso de los días comenzaron a sentir cosas extrañas. Lo primero fue la aparición de gran cantidad de moscas, que pese a matarlas, jamás desaparecían, luego escucharon pasos que subían las escaleras del sótano pasada la medianoche; posteriormente, el chirrido de la puerta e incluso ver la figura oscura de un hombre caminando.
Pero lo peor vino después, ya que la mujer vio cómo el comportamiento de sus hijos cambió por completo, pues hablaban con voces extrañas; es más, los vio levitando o ser arrojados de una habitación a otra. Debido a ello, la vivienda fue conocida como la “Casa del demonio de Indiana”.
A raíz de estos aterradores hechos, Campbell le pidió a su hija buscar ayuda, por lo que contactaron con las iglesias locales, pero se negaban a escucharlas hasta que dieron con un funcionario de una iglesia que les recomendó “sacar los espíritus” con una limpieza total en su casa, para ello debían usar lejía y amoníaco, y posteriormente dibujar cruces con aceite en cada puerta y ventana, publica Indy Star. Aunque siguieron las instrucciones; es más, armaron un altar en el sótano con imágenes de la sagrada familia y una biblia, la tranquilidad solamente duró tres días.
El 19 abril de 2012, los Ammons visitaron a su médico de cabecera, Geoffrey Onyeukwu, para contarle sobre lo que ocurría en su hogar. En sus notas médicas escribió: “delirios de fantasmas en casa” y “alucinaciones”, pero cuando llegó a la casa vio a los hijos de Latoya maldecirlo con voces demoníacas y al menor ser arrojado por una fuerza extraña contra la pared, algo que fue anotado en un informe del Departamento de Servicios Infantiles de Indiana (DCS).
Al tomar conocimiento del caso, el Departamento de Policía de Gary trató de indagar más; en tanto, todos eran llevado al hospital local. Asimismo, intervino el DCS tras recibir una llamada pidiendo investigar a Latoya, a quien sindicaron de tener una enfermedad mental por la que obligaba a sus hijos actuar de esa forma. Valerie Washington fue la designada para recopilar información. Cuando le tocó hablar con Ammons, el menor de siete años actuó de forma extraña: le rechinaban los dientes y puso los ojos en blanco, pero lo que le aterrorizó fue cuando tomó por el cuello a su hermano, y aunque se negaba a soltarlo, volvió a hacerlo en la noche, mientras le decía: “Es hora de morir. Te mataré”.
Algo que llamó poderosamente la atención fue cuando en el informe original del DCS de Washington se mencionaba que el menor de 9 años había caminado hacia atrás por una pared hasta el techo y que una enfermera había corroborado todo. Sin embargo, cuando le consultaron a la misma Washington dicho suceso, dijo que era falso, pues el niño solamente se había deslizado “hacia atrás por el suelo, la pared y el techo”. Ante ello, el Departamento de Servicios Infantiles de Indiana tomó la custodia de los tres hijos de Latoya sin una orden judicial y a pesar de que un psiquiatra del hospital aseguraba que la mujer se encontraba bien.
El 20 de abril de 2012, un capellán del hospital contactó a Michael Maginot, sacerdote de la parroquia St. Stephen Martyr en Merrillville, Indiana, quien le realizó tres exorcismos al hijo de 9 años de Ammons, además de bendecir su nuevo hogar en Indianápolis. Latoya Ammons recuperó la custodia de sus hijos en noviembre de 2012, desde ese momento no se supo más de presencias extrañas en medio de ellos.
Periodista. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP). Más de diez años de experiencia en periodismo. Actualmente se desempeña como redactora del Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.