En la serie de Netflix “Olympo”, Alberto Ávila da vida a Miqui, un miembro destacado del equipo de heptatlón. Como personaje recurrente, Miqui aporta profundidad y camaradería al grupo, mostrando tanto su tenacidad como su lado humano. Ávila logra que el público conecte con las luchas internas y expectativas de un deportista de élite, aportando matices esenciales en esta historia de superación y rendimiento bajo presión.
Dentro del elenco coral, Miqui representa al atleta que, pese a no ser protagonista absoluto, contribuye al pulso emocional de la trama. Ávila construye un personaje que refleja el esfuerzo, los sueños compartidos en equipo y la presión de mantener un nivel alto en un entorno competitivo. Su interpretación equilibra momentos de intensidad y camaradería, consolidándolo como figura importante en la serie.
LA BIOGRAFÍA DE ALBERTO ÁVILA
La vida de Alberto Ávila no solo transcurre en pantalla: es un atleta paralímpico con una historia de superación personal. Nació con una malformación congénita en la pierna derecha, que provocó su amputación pocos años después. Desde entonces, ha abrazado su prótesis con humor y determinación.
En la pista, Ávila compite en las categorías T64 (amputados por debajo de la rodilla). Es subcampeón de Europa sub-20, ha ganado múltiples campeonatos nacionales en 100, 200 y 400 metros, y ha sido finalista en Mundiales. Además, es embajador de Kia en España, promocionando inclusión y rompiendo barreras sociales.
Detrás del deportista y actor, hay también un académico. Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y actualmente cursa Fisioterapia. Su objetivo es abrir una clínica para ayudar a personas con lesiones. Es una meta que complementa su experiencia personal y profesional.
Como influencer bajo el apodo “Boniato”, suma más de un millón de seguidores. Emplea su sentido del humor para transformar la percepción de la discapacidad. "¿Por la prótesis o porque estoy bueno?”, suele bromear, normalizando su condición y derribando estigmas desde sus redes.
“LA GENTE NO MIRA LO COMÚN, MIRA LO EXTRAORDINARIO”
Alberto Ávila ha conquistado a más de un millón de seguidores con su carisma, autenticidad y sentido del humor. Desde pequeño, ha desafiado las miradas curiosas con una actitud imparable: a los tres años le amputaron la pierna derecha por una malformación congénita, pero eso nunca frenó su energía ni su forma de ver la vida. Como él mismo dice, “la gente no mira lo común, mira lo extraordinario”.
Lo que para muchos podría ser una limitación, para Alberto es su mayor distintivo. Con su prótesis, ha corrido hacia metas impensables: es subcampeón europeo en atletismo, modelo de pasarela y un referente en el mundo digital. Entre bromas, asegura que siempre ha sabido sacarle partido a lo que lo hace único. Para él, la diferencia no solo se acepta, se celebra.
Alberto Ávila encarna la unión del arte, el deporte y la inclusión. Su rol en “Olympo” abre una ventana a la representación auténtica de atletas con diversidad funcional en la ficción.
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