La búsqueda de nuevas experiencias, así como la presión social, pueden llevar a los jóvenes a tomar decisiones peligrosas. Un claro ejemplo de esto es el caso de Cesar Watson-King, un niño británico de 12 años que estuvo a punto de perder la vida tras participar en un peligroso reto viral conocido como “chroming”. Esta práctica, sobre el cual Mag ya habló meses atrás y que consiste en inhalar sustancias químicas contenidas en aerosoles como desodorantes o lacas para tener una sensación similar a la de estar drogado, ha cobrado la vida de varios menores en los últimos años.
En conversación con el medio Daily Mail, Nichola King, madre del adolescente, reveló que acababa de amamantar a su bebé cuando escuchó un fuerte golpe en la cocina. Al dirigirse a este ambiente, encontró a Cesar en el suelo teniendo una convulsión, por lo que procedió a realizarle un RCP para restablecer su respiración. Mientras ella hacía eso, su hermano llamaba a una ambulancia.
“Pensé que se había caído y se había golpeado la cabeza. No tenía idea de lo que había pasado. Se puso azul y dejó de respirar. Pensé que había muerto. Estaba en completo estado de shock. Vi morir a mi hijo y vi cómo la luz se apagaba de sus ojos”, recordó la madre.
Ya en el hospital, el menor volvió a sufrir convulsiones y otro paro cardíaco antes ser sometido a un coma inducido. Los médicos lograron salvarle la vida, pero Cesar sufrió daños a corto plazo en su memoria y aún se desconoce si tendrá secuelas a largo plazo.
Según el medio citado, la policía encontró la lata de un desodorante y elementos relacionados con el reto viral en el suelo de la cocina, lo que confirmó que el niño había inhalado esta sustancia antes de perder el conocimiento.
“Cuando la policía me dijo lo que había inhalado, pensé que iba a morir. Sabía que en la parte trasera de las latas decía ‘el abuso de solventes mata instantáneamente’”, agregó la mujer.
Casos como el de Cesar y de otros jóvenes que han fallecido a causa del “chroming” genera preocupación y han llevado a las autoridades y a las familias a redoblar los esfuerzos para prevenir que sus hijos se vean afectados por esta peligrosa tendencia.
Los padres deben estar atentos a las actividades de sus hijos en las redes sociales y hablar con ellos sobre los riesgos de participar en retos virales que puedan poner en peligro su salud.
El “chroming”, que consiste en inhalar los vapores tóxicos de las pinturas, disolventes, pegamento, quitaesmaltes y otros químicos, tiene como objetivo simular estar bajo el efecto de las drogas. Realizar este reto puede tener consecuencias fatales para la salud.
La American Addiction Center señala que inhalar altas cantidades de los químicos presentes en estas sustancias puede crear un corto efecto eufórico, mareos, vómitos, insuficiencia cardíaca y daño cerebral.
Además, puede provocar a largo plazo la pérdida de memoria, deterioro del juicio, disminución del coeficiente intelectual, depresión, ansiedad y dificultades para concentrarse.
El “chroming” no es nuevo: incluso apareció en un capítulo de “La Rosa de Guadalupe”
Es importante destacar que el “chroming” no es un fenómeno nuevo. Esta práctica, también conocida como “huffing”, existe desde hace tiempo; sin embargo, lo ocurrido con Cesar ha provocado que la tendencia se vuelva nuevamente tema de conversación.
De hecho, populares programas de televisión ya han tocado el tema. Entre ellos, la novela mexicana “La Rosa de Guadalupe”.
En un capítulo, unos niños deciden sumarse al reto buscando experimentar sensaciones nuevas. Desafortunadamente, su decisión les traería graves consecuencias.
Cabe agregar que, en 2023, el New York Post dio a conocer el caso de Esra Haynes, una adolescente australiana de 13 años quien murió producto del reto. Fue llevada a un hospital tras presentar daños cerebrales irreparables. Una semana después, sufrió un paro cardíaco y murió.
Asimismo, la BBC informó en marzo de este año sobre Tommie-Lee Gracie Billington, un niño de 11 años del Reino Unido que realizó el reto durante una pijamada. Primero quedó inconsciente y luego sufrió un paro cardíaco, a pesar de los esfuerzos realizados por el personal de salud.