
Sydney Stoner es una joven de Little Rock, Arkansas, que recién había contraído matrimonio cuando comenzó a sentir fuertes dolores abdominales. También sufría episodios constantes de diarrea y estreñimiento. Durante meses, aguantó el malestar en silencio, sin tener idea de lo que realmente pasaba con su salud.
En 2019, después de desmayarse en su trabajo a causa del dolor, decidió que era momento de buscar atención médica; sin embargo, los doctores no tomaron en serio sus síntomas debido a que por aquel entonces tenía 27 años.
“La gente me decía que era el momento del mes o que eran cosas de mujeres, pero yo pensaba que no, que no podía ser tan doloroso”, contó la estadounidense a Kennedy News and Media según Daily Mail. “Cuando por fin hablé con un médico, me dijo que era demasiado joven para que fuera algo grave”.

Según explicó, los médicos no le dieron ninguna otra respuesta concreta, aunque uno sugirió que podía tratarse del síndrome del intestino irritable. Mientras tanto, el dolor empeoraba. “Sentía como si me retorcieran las entrañas”, explicó.
Desesperada por obtener respuestas, Sydney decidió tomar una decisión drástica: mentir. Les dijo a los médicos que había notado sangre en sus heces, un síntoma que sabía que no podían ignorar.
“Tuve que mentir para que me hicieran la colonoscopia”, reconoció. “Les dije que había sangre en mis heces porque seguían diciendo que primero necesitaba una derivación”.

Gracias a esa mentira, logró que le programaran una colonoscopia en septiembre de 2020. Durante el procedimiento, los médicos encontraron un tumor de cinco milímetros que bloqueaba el acceso al colon. Poco después, le confirmaron el diagnóstico: tenía cáncer en etapa 4. El tumor se había originado en el intestino y se había extendido al hígado y los pulmones. Tenía 27 años.
“Cuando los médicos me dijeron que era cáncer, todo mi mundo dejó de girar”, recordó. “Estábamos recién casados, ilusionados con esta nueva etapa, y todo se detuvo. Estaba aterrorizada, pero también muy frustrada”.
Sydney lamentó que sus síntomas fueran ignorados solo por su edad. “Los médicos decían que era demasiado joven, pero probablemente habría muerto antes de llegar a la edad de cribado de 45 años”, explicó.

A partir del diagnóstico, Sydney pasó por varias cirugías. Le extirparon el tumor del colon en septiembre de 2020 y el del hígado en enero de 2023. También comenzó con sesiones de quimioterapia para tratar los tumores en los pulmones. Hasta ahora, ha recibido 24 rondas de tratamiento y su condición es “estable”.
Hoy, ya con 31 años, la joven alienta a otros a cuidar de su salud y exigir ser escuchados, sin importar su edad.
“Sé que es difícil, pero sigue abogando por ti porque nadie más lo va a hacer por ti”, dijo. “Busca un nuevo médico, o lo que sea. Encuentra a alguien que te escuche porque conozco a gente que fue diagnosticada a los 18 años”.
Para ella, la edad no debería ser un obstáculo. “La edad de cribado tiene que ser más baja o no debería existir”, concluyó.
Cómo reconocer un tumor
Según MedlinePlus, reconocer un tumor puede ser difícil en sus etapas iniciales, ya que muchos tumores no causan síntomas notables hasta que crecen o afectan otros tejidos; no obstante, existen ciertas señales de advertencia generales que podrían indicar la presencia de un tumor y que justifican la atención médica.
Estos signos, según el portal citado, incluyen la aparición de un bulto o engrosamiento en cualquier parte del cuerpo, especialmente si es nuevo o está creciendo. También se debe prestar atención a cambios inexplicables en el peso (pérdida o aumento significativo sin razón aparente), fatiga persistente, dolor que no desaparece o que empeora, cambios en la piel como lunares nuevos o alteraciones en los existentes, y sangrado o secreción inusual.
Es fundamental entender que estos síntomas no siempre significan que se tiene un tumor, ya que muchas otras afecciones benignas pueden causarlos; sin embargo, la persistencia de uno o varios de estos signos, especialmente si son nuevos o han empeorado con el tiempo, debe ser evaluada por un profesional.