Carissa Klundt fue al quiropráctico y este le realizó un ajuste en la columna que le provocó un fuerte dolor de cuello. Casi de inmediato, supo que algo andaba mal. (Foto: Carissa Klundt / Facebook)
Carissa Klundt fue al quiropráctico y este le realizó un ajuste en la columna que le provocó un fuerte dolor de cuello. Casi de inmediato, supo que algo andaba mal. (Foto: Carissa Klundt / Facebook)
Autor Jorge Villanes
Jorge Villanes

Lo que comenzó como una simple visita al quiropráctico para aliviar una molestia en la espalda terminó convirtiéndose en una pesadilla para Carissa Klundt, una mujer de 41 años y madre de tres hijos que vive en Las Vegas. Tras haberse sometido años antes a una cirugía para retirar sus implantes mamarios, la estadounidense había estado lidiando con dolores en el pecho y la espalda, por lo que decidió acudir a un quiropráctico por recomendación de una amiga; sin embargo, jamás imaginó que esa decisión pondría en riesgo su vida.

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Durante las primeras tres sesiones, no tuvo ningún problema, pero en la cuarta cita, un quiropráctico suplente le realizó un ajuste en la columna que le provocó un fuerte en el cuello. “En cuanto ocurrió, supe que algo andaba mal. Siempre se escucha un crujido en estos ajustes, pero yo sabía que algo había salido mal”, contó, según informa el medio . Al llegar a casa, sintió náuseas y pensó que se trataba de una contractura muscular.

Aunque intentó seguir con su rutina trabajando como instructora de fitness, los síntomas empeoraron. “Unas semanas después empecé a ver cosas raras y a desmayarme. Mi esposo me dijo: ‘vamos a urgencias’”, relató. En el hospital, los médicos confirmaron que había sufrido una disección de la arteria vertebral (VAD), una lesión poco común que puede causar un derrame cerebral y que suele afectar a una entre 100 mil personas al año.

Tras una mala maniobra del quiropráctico, la madre de tres hijos fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos de un hospital especializado. (Foto: Carissa Klundt / Facebook)
Tras una mala maniobra del quiropráctico, la madre de tres hijos fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos de un hospital especializado. (Foto: Carissa Klundt / Facebook)

Carissa fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos de un hospital especializado. “Me dijeron que podría haber tenido un derrame. Si no hubiera ido al hospital, habría ocurrido. Pude haber muerto. Fue traumático para toda mi familia”, explicó. Durante el primer mes tras el diagnóstico, estuvo prácticamente en cama, durmiendo hasta 17 horas diarias, con dolor constante y dificultad para caminar.

Aunque logró evitar un derrame, la falta de flujo sanguíneo al cerebro le provocó afasia, un trastorno que afecta la capacidad para comunicarse. “Todavía tengo síntomas persistentes. Todo cambió en mi vida. Ya no doy clases, no volveré a esquiar ni a subirme a una montaña rusa. Fue un cambio total de estilo de vida”, recordó. “Aún queda un miedo residual de que vuelva a ocurrir”.

La estadounidense compartió su historia para alertar a otros sobre los peligros de ir al quiropráctico. (Foto referencial: Freepik)
La estadounidense compartió su historia para alertar a otros sobre los peligros de ir al quiropráctico. (Foto referencial: Freepik)

Carissa está convencida de que todo comenzó con aquella cita en el quiropráctico. “Fui porque tenía mucha tensión en el pecho y la espalda. Había tenido una enfermedad por implantes mamarios (BII) y después de la extracción todo mejoró ese año. Pero mis músculos se habían tensado mucho por la cirugía, era muy doloroso”.

Ahora, se lamenta por haber tomado esa decisión: “Me arrepiento totalmente de haber ido al quiropráctico. No se trata de culpar a nadie, sino de generar conciencia”.

Recordando la terrible experiencia que vivió, Carissa asegura que se animó a compartir su historia para que otras personas estén informadas. “Quiero que la gente entienda cuáles son los síntomas y que esta es una condición potencialmente mortal. Nunca pensé que algo así me pudiera pasar. Era una persona sana, activa y muy conectada con mi cuerpo”.

Cuáles son los riesgos de la quiropráctica

Según la BBC, tanto los masajes como la quiropráctica, aunque suelen brindar beneficios, no están libres de riesgos, especialmente si no son realizados por profesionales cualificados. En el caso de los masajes, los peligros pueden incluir el empeoramiento de lesiones preexistentes, especialmente si se aplica presión incorrecta en áreas sensibles. También hay un riesgo de daño nervioso si el terapeuta no tiene el conocimiento anatómico adecuado.

En cuanto a la quiropráctica, la el medio citado señala que las manipulaciones de la columna vertebral, particularmente en el cuello, pueden conllevar riesgos. Aunque son raros, se sabe de casos de disección arterial que provocaron accidentes cerebrovasculares. Estos incidentes, aunque muy raros, generan preocupación tanto en pacientes como profesionales.

La BBC destaca que si bien no hay problemas graves para la mayoría de las personas, habrá un aumento en las personas con ciertas afecciones de salud preexistentes, como la osteoporosis grave, problemas de coagulación de sangre y enfermedades inflamatorias. Por lo tanto, es fundamental que los pacientes informen a su terapeuta sobre su historial médico y escojan a profesionales certificados para minimizar el riesgo.

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