Un vecindario se organizó y consiguió salvar la vida de 115 perros que estaban dentro de un edificio en llamas. Este dramático rescate ocurrió el pasado 2 de febrero en Seattle (Estados Unidos) pero ha sido ahora cuando se ha conocido la singular historia que se ha vuelto viral. Algunos de los perros rescatados pasaron la tarde en los negocios vecinos como talleres de autos, bares y hasta restaurantes mientras esperaban reunirse con sus dueños.
Uno de los héroes es Kenny Robinson, un empleado de la empresa contratista PSR Mechanical. Kenny estaba trabajando en su oficina cuando un compañero de trabajo se apresuró a llegar con noticias urgentes: The Dog Resort, una guardería para perros ubicada al lado, se estaba incendiando.
Kenny salió corriendo con varios de sus compañeros de trabajo, y comenzó a tomar fotos del espeso humo que salía del edificio, que tenía más de 100 perros, además de varios empleados adentro.
Cuando Kenny vio cómo los perros salían corriendo de un lado a otro del edificio en llamas, guardó su teléfono. “Pensé: ‘Puedo sentarme aquí y mirar, o puedo ir y ver si puedo ser de ayuda’”, dijo Kenny, de 42 años. “Sabía que podría haber fuego al otro lado de esa pared, pero no me importó.”
Kenny recordó al perro de su familia, Cody, que había muerto de cáncer en noviembre. “No había forma de que pudiera salvar a Cody, pero tal vez podría ayudar a estos perros”, recordó haber pensado cuando vio a más de una docena de personas de los negocios de los alrededores que también corrían para ayudar antes de que llegaran los bomberos.
Consiguieron llegar a tiempo
Los empleados del centro de cuidado de perros estaban sacando a los perros aterrorizados, dijo Robinson a Washington Post, mientras él y otros vecinos comenzaron a agarrar a los perros por el collar y llevarlos al estacionamiento cercado de la empresa para la cual trabaja.
Se dieron cuenta de que el estacionamiento no estaba completamente cercado, por lo que uno de sus compañeros de trabajo encontró un poco de madera contrachapada para colocar a lo largo de la parte inferior de la cerca de alambre para que los perros más pequeños no se escaparan.
En cuestión de minutos, habían trasladado de manera segura a más de 40 perros de todos los tamaños al área cercada. “Fue realmente caótico y traumático: llegaron los bomberos y algunos de los perros luchaban contra el humo y necesitaban oxígeno”, dijo Kenny. “Otro perro se me escapó y tuve que perseguirlo. Pero los sacamos a todos”.
Otros negocios también aceptaron perros, incluido un restaurante mexicano y un bar, Hellbent Brewing Company. En total, 115 perros fueron rescatados cuando los bomberos extinguieron las llamas de fuego y abrieron agujeros en el techo de The Dog Resort para permitir que el humo se ventilara.
Aunque el incendio causó daños por más de US$300,000, la misión de rescate fue un éxito: todos los perros salieron y ninguno de los empleados resultó herido. Algunos perros necesitaron atención médica, pero horas después de la emergencia estuvieron de vuelta con sus respectivos dueños.
El incendio fue accidental y se desató en una secadora de la instalación, probablemente debido a un exceso de pelusa en la ventilación, dijeron los bomberos.
“Cuando nuestros bomberos llegaron al lugar, se encontraron con varios perros que intentaban salir del edificio”, dijo David Cuerpo, portavoz del Departamento de Bomberos de Seattle, y señaló que cuatro perros recibieron RCP y oxígeno y fueron trasladados a una clínica veterinaria.
Negocios vecinos ayudaron
Lonnie Caraveo, gerente de Classic Collision, un taller de carrocería cerca de la guardería para perros, dijo que uno de sus empleados ayudó con el traslado de varios canes afectados por el incendio. “Terminamos con 27 perros en nuestra tienda: cinco perros pequeños y 22 perros grandes”, dijo.
En Hellbent Brewing Company, Jack Guinn se estaba preparando para abrir y ofrecer almuerzos a sus comensales cuando olió humo y vio que The Dog Resort estaba en llamas justo detrás de su edificio. “Terminamos con 35 perros dentro del bar durante las siguientes tres o cuatro horas”, dijo.
Mona Elassiouti, propietaria de The Dog Resort, dijo que está profundamente agradecida con su personal y con todos los que colaboraron para ayudar. Ella abrió un GoFundMe mientras averigua lo que cubre su seguro y trata de establecer una nueva ubicación temporal en el vecindario. “Al final, es solo un edificio”, dijo. “Estamos dando gracias de que cada uno de los perros ahora está bien”.
Kenny dijo que no dudaría en volver a ayudar en una situación de emergencia. Pero si hay una próxima vez, dijo, su teléfono permanecerá en su bolsillo. “Me alegro de que todos colaboraran”, dijo. “No quería ser el tipo que estaba parado mirando. Quería ayudar”, concluyó.