¿Qué hacen las personas felices para mantener su buen ánimo? No se trata solo de suerte, sino de pequeños hábitos que cultivan todos los días. Una de esas claves son las frases que dicen, pero que tienen un impacto gigante. Hoy en Mag te comparto 17 frases simples y cortas de decir que la gente feliz incluye en su rutina diaria. Lo mejor de todo es que, al adoptarlas, podrías empezar a notar cambios positivos en tu vida.
Según Inc. Magazine, hay una práctica bastante sencilla de decir, pero no tanto de poner en práctica, para aprender a ser feliz. Se trata de darte cuenta de que las cosas buenas que haces por los demás también terminan dándote algo positivo a ti. De hecho, hacer pequeñas acciones para alegrar a otros puede mejorar muchísimo tu propia felicidad.
“Hay dos teorías en juego. La primera es que centrarse en los demás crea alegría por sí solo. La segunda es que, a medida que consigas mejorar la felicidad de los demás, acabarás teniendo gente más feliz y agradecida a tu alrededor. Te encontrarán agradable y carismático, lo que a su vez puede hacer que te traten de una manera que produzca aún más felicidad”, indican.
Lo bueno es que, aunque suene más fácil decirlo que hacerlo, hay un truco bastante efectivo. Tus palabras son súper poderosas, así que solo con pensar un poco más en lo que dices y esforzarte por ser positivo y honesto, puedes tener un gran impacto en los demás. Las personas realmente felices suelen decir ciertas frases inspiradoras a diario. ¿Por qué no intentas decir algunas de ellas todos los días durante una semana?
Frases que la gente feliz dice todos los días
- Me alegro de verte. Este es uno de los sentimientos más sencillos y poderosos que puedes compartir con alguien: el solo hecho de estar a su lado genera una vibra positiva.
- Siempre me alegro de verte. Llevemos esto un paso más allá. Esto va en contra de muchos de los consejos típicos sobre relaciones: nunca se debe señalar una acción negativa y usarla para juzgar cómo es alguien en general.
- ¿Recuerdas cuando… Sorprende a alguien recordándole algo positivo que hizo en el pasado, y casi seguro que recibirás una respuesta llena de gratitud y buena onda.
- Puede que no te des cuenta de esto, pero… Esta es una versión aún más poderosa de la idea anterior: cuando le recuerdes algo positivo que hizo, asegúrate de cerrar con una descripción de cómo esa acción llevó a un resultado genial. ¡Eso realmente hará que se sientan increíbles!
- Realmente me impresionas. Esto es parecido a decir “Estoy feliz de verte” o “Siempre estoy feliz de verte”, pero en lugar de enfocarse en su ser, se centra en las cosas que esa persona hace.
- Realmente me impresionaste cuando… Enfocarse en acciones o momentos específicos puede ser aún más efectivo.
- Creo en ti. Todos tenemos dudas sobre nosotros mismos. Tú las tienes, yo las tengo, todos las tenemos en algún momento. Pero cuando los demás simplemente te dicen que creen en ti, de alguna manera se vuelve mucho más fácil empezar a creer en ti mismo.
- ¡Mira lo lejos que has llegado! Es clave celebrar los logros. No hace falta montar una fiesta, pero simplemente reconocer que los esfuerzos de alguien han dado frutos puede ser increíblemente gratificante para esa persona.
- Sé que eres capaz de más. Todos necesitamos un empujón de vez en cuando, especialmente cuando las cosas no salen como esperábamos.
- Me gustaría escuchar tu opinión sobre… A todos nos gusta pensar que nuestras opiniones tienen peso, y claro, en muchas ocasiones, realmente lo tienen.
- Cuéntame más. Esta frase le dice a la otra persona que estás escuchando y que encuentras valor en lo que dice.
- Acepté tu sugerencia. Si logras combinar pedir la opinión de alguien con mostrarle que su perspectiva ha tenido un impacto real en tu vida, le estarás ofreciendo dos de las experiencias más gratificantes y fundamentales de ser humano.
- Lo siento. Cuando hayas hecho algo por lo que realmente valga la pena expresar arrepentimiento, o cuando la otra persona merezca tu compasión.
- Me gustaría ser más como tú. Estás mostrando positividad hacia los demás casi de manera instintiva, reconociendo no solo lo que hacen bien, sino incluso destacando cosas que tal vez hacen mejor que tú.
- Gracias. Sin duda, esta es una de las frases más poderosas y subestimadas. Con solo dos pequeñas sílabas, transmite una gran cantidad de positividad e impacto.
- De nada. En lugar de responder con un simple “sí”, “no hay problema” o “no te preocupes”, mejor di “de nada”. Así, en lugar de restar importancia al agradecimiento de la otra persona, lo reconoces y lo valoras. Es una forma de dignificar ese gesto y mostrar aprecio por su gratitud.
- No. A veces, decirlo es necesario. No se trata de ser egoísta, sino de cuidar tu propio bienestar. Establecer límites es fundamental para mantener relaciones saludables y proteger tu energía.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.