Cambiar las sábanas es una tarea que suele postergarse, pero una microbióloga advierte que deberíamos hacerlo al menos una vez por semana. (Foto referencial: Freepik)
Cambiar las sábanas es una tarea que suele postergarse, pero una microbióloga advierte que deberíamos hacerlo al menos una vez por semana. (Foto referencial: Freepik)

suele ser una de las tareas del hogar que más se pospone, especialmente con las rutinas agitadas del día a día. Para muchos, el esfuerzo de poner una funda de edredón doble es tan grande que pueden pasar semanas o incluso meses sin lavar la ropa de cama; sin embargo, una microbióloga advierte que deberíamos tomarnos más en serio esta tarea por razones de salud.

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La profesora , experta en microbiología clínica de la Universidad de Leicester, recomienda lavar las sábanas y fundas de almohadas al menos una vez por semana. En el caso de quienes sudan mucho, han estado enfermos o duermen con mascotas, lo ideal sería hacerlo con más frecuencia.

“Mientras solemos enfocarnos en cuántas horas dormimos, la calidad del entorno donde dormimos también importa”, explicó la profesora en un artículo publicado en el portal .

Durante la noche, nuestro cuerpo elimina miles de células muertas, aceites y hasta medio litro de sudor, incluso si nos duchamos antes de dormir. Estas sustancias, junto con los microbios que viven en nuestra piel, se acumulan en las sábanas y almohadas mientras nos movemos dormidos.

Durante la noche, nuestro cuerpo libera sudor, piel muerta y aceites que se acumulan en la ropa de cama, favoreciendo el crecimiento de bacterias, hongos y ácaros. (Foto: iStock)
Durante la noche, nuestro cuerpo libera sudor, piel muerta y aceites que se acumulan en la ropa de cama, favoreciendo el crecimiento de bacterias, hongos y ácaros. (Foto: iStock)
/ Mariia Vitkovska

“El lavado regular elimina esa sopa biológica de sudor, piel, polvo y microbios, lo que ayuda a reducir reacciones alérgicas, prevenir infecciones y evitar malos olores”, señaló la experta.

El sudor en sí no huele, pero las bacterias de nuestra piel lo descomponen y generan olores desagradables. Además, el crecimiento de microorganismos como bacterias y hongos en las sábanas puede causar problemas como acné, eczema, picazón o asma.

Incluso se han encontrado hongos como aspergillus fumigatus en almohadas usadas, que pueden provocar infecciones pulmonares graves en personas con defensas bajas. Otro hongo común, Candida albicans, puede sobrevivir hasta un mes en telas y causar infecciones como la candidiasis.

Los ácaros del polvo también se alimentan de las escamas de piel que soltamos al dormir. Aunque estos diminutos seres no son peligrosos en sí, sus excrementos pueden provocar alergias, asma o rinitis alérgica.

Los microorganismos presentes en nuestra piel pueden causar problemas como acné, asma, infecciones o alergias. (Foto: iStock)
Los microorganismos presentes en nuestra piel pueden causar problemas como acné, asma, infecciones o alergias. (Foto: iStock)

A esto se suma el polvo y el polen que recogemos en el cabello o la piel durante el día, y que también se transfiere a la cama.

Si además duermes con una mascota, deberías lavar las sábanas cada tres o cuatro días. “Los animales introducen más pelo, caspa, suciedad y, a veces, restos fecales en las sábanas y mantas, lo que aumenta la frecuencia con la que deben lavarse”, indicó Freestone.

Pero no solo las sábanas deben limpiarse con regularidad. La profesora recomienda aspirar el colchón una vez por semana, lavar el edredón cada tres o cuatro meses y limpiar las almohadas cada cuatro a seis meses. También sugiere congelar las almohadas durante al menos ocho horas para eliminar los ácaros que puedan estar dentro.

La experta recomienda lavar sábanas y fundas a 60 °C y, si se comparte la cama con animales, hacerlo cada tres o cuatro días. (Foto: Pexels)
La experta recomienda lavar sábanas y fundas a 60 °C y, si se comparte la cama con animales, hacerlo cada tres o cuatro días. (Foto: Pexels)

Según encuestas, las personas indican que el retraso en el cambio de la ropa de cama se debe a la falta de tiempo, la dificultad física o la prioridad de lavar la ropa, pero como afirma la profesora Freestone, “el lavado regular es más que una cuestión de limpieza, ya que un buen descanso es esencial para la salud cerebral y general”.

“Una cama limpia, con sábanas frescas y almohadas suaves, no solo se siente bien, también ayuda a dormir mejor. Un entorno higiénico para dormir es una inversión pequeña pero poderosa en tu bienestar”, concluyó.

Cómo lavar las sábanas y fundas de almohada

Para mantener una buena higiene, las sábanas y fundas de almohadas deben lavarse una vez por semana como mínimo. Si sudas mucho, has estado enfermo o duermes con mascotas, lo ideal es hacerlo cada tres o cuatro días.

La temperatura recomendada para el lavado es de 60 °C o más, ya que así se eliminan bacterias, hongos, ácaros y otros microorganismos que pueden causar infecciones, alergias o malos olores.

Además, se aconseja usar detergente regular y secar bien la ropa de cama antes de volver a usarla.

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