Las copas son ese elemento que nunca debe faltar en la mesa cuando se tienen una cena especial con la pareja o se quiere brindar con los familiares más cercanos. Si bien a simple vista todas pueden parecer iguales, hay ciertos detalles que permiten reconocer si se trata de una pieza de cristal o de vidrio. Desde Mag te dejamos los trucos caseros que te ayudarán a diferenciarlas rápidamente.
Aunque para muchos sea irrelevante de qué material estén hechas, lo cierto es que un artículo de cristal es más pesado que el de vidrio, por más que sean del mismo tamaño y también lucen distinto.
Para que no requieras de la evaluación de un profesional para determinar si es cristal o vidrio, aquí te dejamos algunos trucos caseros que puedes aplicar rápidamente para reconocerlos en una copa antes de servir el vino o champán.
Cómo diferenciar una copa de vidrio o de cristal
1. Grosor de la copa
Las copas de vidrio suelen tener las orillas del borde más gruesas, en cambio las de cristal no tienen bordes y la boca es más delgada o recta.
2. Transparencia
Este truco consiste en verter líquido en la copa y sujetarla hacia arriba para ver a través de ella. Las de vidrio tienen apariencia regularmente opaca; mientras que en las de cristal la apariencia del contenido es más nítida y clara.
3. Peso de la copa
El cristal está hecho de plomo, por lo que resulta más pesado. Si tomas la copa, te darás cuenta que es más sólida y la de vidrio será más ligera.
4. Diferencia al tacto
La superficie de una copa de cristal será más lisa y redondeada, en cambio, el vidrio se sentirá más quebradizo y áspero.
5. Sonido
Este es un truco muy usado para diferenciar ambos materiales. Si le das un golpe con el dedo o lo haces chocar con algo sólido, el cristal tendrá un sonido musical, mientras que en una copa de vidrio será un sonido apagado o seco.
Otro detalle que las diferencia es que en las copas de cristal hay menos probabilidades de que queden aromas desagradables como la humedad o lo que se sirvió en ellas.
Cómo limpiar y dar brillos a las copas
1. Vinagre blanco
- Después de usar las copas, lo más efectivo es agregar agua tibia para evitar que las manchas del vino se sequen y facilitar su lavado.
- Si te olvidas de este paso necesario en el prelavado, lo puedes solucionar poniéndolas en remojo durante unos minutos con agua tibia y una gota de vinagre blanco.
- Este truco también ayuda a que queden brillantes y resplandecientes, para lo que necesitarás secarlas con un paño de microfibra.
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