Los incendios forestales ya han dejado 11 fallecidos, arrasado más de 15.344 hectáreas y destruido más de 12.000 estructuras en el área metropolitana de Los Ángeles. El incendio más grande, conocido como Palisades, ha consumido 8,740 hectáreas y actualmente está controlado en un 11%. La lucha de los miles de bomberos contra los siniestros ha sido muy complicada por los intensos vientos y también por la falta de agua.
¿POR QUÉ LOS BOMBEROS SE QUEDARON SIN AGUA?
El siniestro más destructivo en la historia de la ciudad ha demandado cantidades impresionantes de agua y el sistema de bocas de incendio utilizado de Los Ángeles colapsó. Solo siete horas después del inicio del incendio de Palisades, uno de los tres tanques de un millón de galones (casi cuatro millones de litros) disponibles para llenar las bocas de riego del barrio se había vaciado. El siguiente se acabó esa misma noche.
El Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles ha estado bombeando desde acueductos y manantiales subterráneos al sistema; sin embargo, la demanda era tan alta que no fue suficiente para rellenar los tres tanques en la montañosa Pacific Palisades que ayudan a presurizar los hidrantes del vecindario. Muchos se secaron mientras unas 1,000 infraestructuras estaban envueltas en llamas.
Janisse Quiñones, directora del Departamento de Agua y Energía, aseguró en una conferencia de prensa que los “hidrantes están diseñados para combatir incendios en una o dos casas a la vez, no cientos”. “La demanda era cuatro veces mayor que lo que jamás hayamos visto en el sistema”, agregó.
Miles de infraestructuras fueron destruidas por los incendios (Foto: EFE)
/ NADA LO HUBIERA EVITADO
Según Greg Pierce, experto en recursos hídricos de la UCLA, ni siquiera los hidrantes en pleno funcionamiento habrían sido suficientes para combatir los incendios de la magnitud de los que arrasaron Los Ángeles esta semana, sobre todo cuando los recursos aéreos, como helicópteros y aviones de ala fija, estaban en tierra debido a los fuertes vientos.
“No conozco ningún sistema de abastecimiento de agua en el mundo que esté preparado para este tipo de sucesos”, señaló el especialista a CNN. Aún así, las bocas de riego plenamente operativas podrían haber ayudado a minimizar algunos de los daños, salvando una casa que otra casa.
El gobernador de California, Gavin Newsom, pidió una investigación independiente sobre los problemas con el suministro de agua para los bomberos que luchan contra las llamas. “Los continuos informes sobre la pérdida de presión de agua en algunas bocas de incendios locales durante los incendios y la falta de disponibilidad de agua del embalse de Santa Ynez son muy preocupantes para mí y para la comunidad”, indicó al respecto.
El sistema de agua urbano colapsó en la lucha contra los incendios forestales (Foto: EFE)
